
“Fue un momento complicado. Como he dicho antes, lo volveríamos a hacer, eso lo tenemos muy claro. Yo tengo madre andaluza y padre catalán. Para mí, ha sido un conflicto, pero quien realmente lo ha pasado mal es mi marido que hoy no está aquí [el matrimonio tiene el 'camping' abierto y el marido se tuvo que quedar en Girona], que él sí es hijo del pueblo de l’Escala de toda la vida y lleva 30 años delante de un camping. No ha sido fácil, pero estamos encantadísimos. Si os acercáis a Girona, nos vemos en l’Escala”, dijo la dueña del camping en la ceremonia.
Eso ha sentado a cuerno quemado en el independentismo radical. “Para tenerlo en cuenta”, fue el mensaje que acompañaba el vídeo distribuido por estos, acompañando el mismo con un dedo acusador. Destacan en la comunicación el nombre del camping, su ubicación y que “alojó a efectivos de la Guardia Civil el 1-O”. Pero, además, se escandalizan de que “aseguran que lo volverían a hacer”.
Esta caza al ‘colaboracionista’ de Girona se suma a otro episodio de crispación vivido en Barcelona: los militantes de Arran, las juventudes de la CUP, se concentraron este miércoles ante la sede de Sociedad Civil Catalana (SCC) para protestar contra el encausamiento de 15 activistas que boicotearon un acto de esta entidad en la Universidad de Barcelona. Los ultraindependentistas, corearon consignas como “fuera fascistas de nuestros barrios”. A la vanguardia de la protesta, se encontraba la cabeza de lista de la CUP al Ayuntamiento de Barcelona, Anna Saliente, que no logró sillón municipal. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ANTONIO FERNÁNDEZ - El Confidencial