Stephen Morris regresaba a su casa con una sonrisa de oreja a oreja. Violinista de profesión, sabía que en pocos días tendría dos conciertos con la Royal Philharmonic Orchestra acompañando a Andrea Boccelli. Era un momento importante en su carrera, llevándole a uno de los mayores estados de felicidad de toda su vida. Lo que ni por asomo podía imaginar es que su alegría iba a chocar frontalmente con la máxima tristeza... al perder su violín de más de tres siglos de antigüedad.Ocurrió hace dos martes, cuando Morris regresaba de un ensayo. El sábado tocaba en Leeds y el domingo en Mánchester como acompañamiento al tenor italiano. Como desde hacía dieciséis años -tras comprarlo en 2003- en ambos conciertos utilizaría su 'joya': un violín fabricado por el luthier alemán David Tecchler en 1709, una exquisita pieza con la que Morris se entendía a la perfección. Pero un despiste le hizo olvidar tenía que llevarla de vuelta a casa.
Eran las 22:58 horas cuando Morris cogió un tren en Victoria Station en dirección a Orpington, al sureste de Londres (Reino Unido). Cuando llegó a su destino, en Penge East, se bajó del tren y se montó en su bicicleta, momento en el que se dio cuenta de su fatal error: se había dejado el violín olvidado dentro del vagón. Tras ponerse en contacto con los responsables de la estación, comenzaba una búsqueda que, hasta la fecha, no ha encontrado respuesta.
"Estamos haciendo todo lo posible para encontrar el precioso violín de Stephen. Nuestros colegas ya han movido el cielo y la tierra para tratar de entender lo que sucedió", explica un portavoz de la compañía Southeastern a través de un comunicado. Pero lo cierto es que, a día de hoy, nadie sabe dónde se encuentra ese violín, una pieza única hecha a mano hace tres siglos por uno de los mejores maestros de todos los tiempos. Tanto, que es una rareza valorada en 300.000 euros. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de El Confidencial
