En la misma semana, la Policía de Santa Marta se incautó de 26 fusiles al ex militar venezolano Clíver Alcalá, por quien Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares, dentro de las mismas recompensas por algunos miembros y ex miembros del gabinete y del ejército de Nicolás Maduro. Alcalá, en entrevista con W Radio, reconoció no solo que vive hace dos años en Barranquilla, sino que era propietario de las armas y que serían usadas nada menos que para una operación para sacar del poder a Nicolás Maduro.
Lo que se ha conocido es que el 13 de mayo de 2012 el entonces general de la IV División Blindada y Guarnición de Maracay, Clíver Alcalá, se casó con Marta González, sobrina de un presunto narcotraficante de nombre Hermágoras González, matrimonio que, según algunos en La Guajira, sería la unión de dos carteles: de la droga y el de los soles.
Y el nexo más insólito es que Marta González, la esposa de Alcalá, es hermana de Lucy, quien fuera pareja por algún tiempo del llamado Ñeñe Hernández y además primas de ‘Peco’ González, el hombre de la deuda de 1.000 millones con Carlos Rodríguez, quien a su vez pagó condena en Estados Unidos por lavado de activos.
Lucy, según testimonios recogidos por Caracol Radio, habría conectado a su entonces pareja, el Ñeñe Hernández, con el Gobierno de Maduro, para que le dieran una licencia para exportar carne al vecino país, aprovechando para hacer operaciones ficticias y lavar dinero con el dólar preferencial, el mismo mecanismo que utilizara en algunos negocios Alex Saab.
Posteriormente Clíver Alcalá rompió cobijas con el régimen y se mudó a Barranquilla, desde donde coordinó los intentos de armar grupos paramilitares en Venezuela.
FUENTE: Con información de DIANA CALDERÓN - Caracol Radio