Las imágenes fueron dadas a conocer este lunes por la policía de Nueva Orleans; en ellas, se ve como "un hombre de entre 18 y 22 años con el pelo corto y vestido con una camiseta blanca y pantalones vaqueros abre fuego contra la gente que está viendo el desfile". El tiroteo dejó 19 heridos. El autor, un joven de 19 años, ha sido identificado con ayuda del público. "Mucha gente lo ha reconocido", explicó Ronal Serpas, subdirector del Departamento de Policía de Nueva Orleans.
"El sospechoso se llama Akein Scott y es muy pronto para decir si actuó solo o no. Lo mejor que puede hacer ahora es entregarse", ha añadido Serpas. "Hemos recibido mucha ayuda de la comunidad para la identificación de Scott. La gente ha preferido ponerse del lado de niños inocentes, en vez de defender a alguien que dispara contra una multitud. Están hartos de la violencia en esta ciudad", ha concluido.
En 2012, ocurrieron 193 homicidios en Nueva Orleans, siete menos que el año anterior. En lo que va de 2013, las cifras muestran una tendencia a la baja.
El Departamento de Policía de Nueva Orleans informó que de los 19 afectados del domingo, se encontraban 10 hombres, 7 mujeres, un niño de 10 años y una niña de 9, quienes fueron alcanzados por las balas y quienes, a pesar de sus lesiones en el cuerpo, se encuentran estables. Pero el subdirector de la policía comunicó que "no sé el estado de las tres personas que fueron operadas tras el tiroteo".
El FBI descartó que se tratara de un ataque terrorista, calificándolo como violencia callejera. Este lunes por la mañana, la policía publicó varios vídeos de los supuestos autores y ofreció una recompensa de 10,000 dólares por cualquier información que conduzca a su captura. Se busca a 3 sospechosos.
"Ha sido un día muy trágico para Nueva Orleans, una vez más, especialmente en un día como hoy, el Día de la Madre", dijo el pasado domingo el alcalde de la ciudad, Mitch Landrieu. "Es la tercera vez que pasa algo similar este año. El 21 de enero, durante el desfile del Día de Martin Luther King, otro hombre disparó a cinco personas, y durante el pasado Carnaval, otras cuatro personas resultaron heridas por otro tirador", explicó Landrieu. "Han disparado a madres, hermanas e hijos que han resultado heridos. Este tipo de sucesos no se pueden quedar sin resolver. La manera de poner fin a esta violencia es que todos ayudemos", e instó a la ciudadanía a aportar todos los datos posibles.
Entre 300 y 400 personas miraban el desfile al momento del tiroteo y cerca de 200 estaban muy cerca de la zona en la que se produjo. Había 10 agentes encargados de la seguridad. El desfile se celebraba en un barrio de familias de clase media y baja. La población en 2012 había disminuido en un 60% comparada con 2005, cuando el huracán Katrina devastó a la ciudad.
"Desde el segundo que oí los disparos, corrí con mi hija y justo un hombre cayó sobre mi regazo", dijo Shermaine Tyler, de 32 años, que presenció el tiroteo y aseguró que la persona había recibido dos impactos de bala, uno en la zona de la pelvis y otro en la mano. "Todo esto es ridículo, todos sangramos la misma sangre, todos venimos del mismo dios. Esta gente ha recibido un disparo y para qué", añadió.
"Era la primera vez que llevaba a mis hijos. No es justo, ni para las madres ni para ellos", opinó Adriana Stewart, una residente que partició en el desfile.
“No puedo decir cómo son los hombres que han disparado, porque estaba ocupado desfilando. No lo vi venir, todo el mundo estaba pasándolo bien", dijo Edward Buckner, el presidente de Original Big 7 Social Aid and Pleasure Club, quien ha sido encargado de organizar el desfile desde 2001, con el fin de "felicitar a las mujeres estadounidenses de Nueva Orleans por el duro trabajo que hacen cuidando de sus hijos”.
El tiroteo tuvo lugar justo en medio de un fuerte debate sobre el control de armas en la nación estadounidense y a menos de un mes del atentado del maratón de Boston, donde 3 personas murieron y 180 resultaron heridas.Este evento y el tiroteo de Nueva Orleans sucedieron a plena luz del día y en eventos masivos.
La lucha del presidente estadounidense Barak Obama en contra de las armas, empezó luego del tiroteo que el pasado diciembre dejó a 20 niños muertos. Adam Lanza, el asesino, entró en la escuela Newton y asesinó a los niños de entre seis y siete años. Sin embargo, batalla contra el descontrol en el uso civil del armamento no se ha visto sin contratiempos: la enmienda bipartita para extender el control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones comerciales de armas en la nación fue derrotada en abril. La iniciativa era la apuesta más ambiciosa sobre el control de armas hecha en los últimos 20 años y recogía la postura del presidente Obama para reducir la violencia con armas. La decisión de abril fue un golpe muy duro para votar una ley más restrictiva sobre el uso de armas.
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