Ricardo Gómez fue atacado a bala mientras atendía la ferretería Construtodo, el negocio de propiedad de su padre, Próspero Ricardo Diazgranados, situado a un costado de la transitada calle Murillo, en la entrada al barrio Las Moras, de Soledad.
Un día después del atentado criminal, fue el mismo Próspero quien denunció que su hijo había perdido la vida porque se negó a pagar una cuota extorsiva que delincuentes le exigieron dos meses atrás, en uno de esos días de labores.
En su relato el hombre también tuvo la valentía para descubrir que la mayoría de negocios que funcionan en el mismo sector están sitiados por grupos armados criminales.
“Unos amigos de mi hijo me comentaron que a él le hicieron una llamada unos hombres de Los Rastrojos, en la que le exigían un monto de dinero, pero no sé cuánto. Incluso, también me comentaron que el 90% o 95% de esta zona de Soledad está amenazada y nadie denuncia por miedo. La extorsión no se puede ocultar”, dijo el padre de la víctima.
El testimonio de otro comerciante de la zona asediada por las intimidaciones sustenta lo dicho por el padre del ferretero asesinado.
Esta persona, que por seguridad pidió que no se revelara su nombre, agregando que también pertenecía a la Red de Apoyo de la Policía, manifestó que conocía la identidad de algunos de los propietarios de negocios que en los últimos meses recibieron llamadas extorsivas.
Según el denunciante, dueños de almacenes de construcción de la calle 30 y la Vía 40, empresarios del sector comercial de Soledad, los propietarios de bodegas de la Circunvalar, vienen siendo objeto de intimidaciones.
En algunos casos, el monto de las exigencias oscilan entre los 100 y 200 millones de pesos, los cuales pueden llegar a ser ‘negociables’.
Si el propietario del inmueble llega a un acuerdo con el victimario, la cuota a pagar puede quedar en 50, 30 o 20 millones de pesos. “Al que no paga, lo matan. Así le paso a Maximino, el ferretero asesinado en su negocio del barrio La Pradera”, añadió el comerciante.
Maximino Ramos Meza, quien contaba con 58 años de edad, fue asesinado a tiros el 20 de octubre a las 8:50 de la mañana, cuando apenas abría la ferretería Maxc, localizada en la calle 116 con carrera 31. Muchas personas fueron testigos del crimen.
Como presuntos responsables del hecho fueron capturados dos individuos, uno de los cuales fue identificado como Germán Andrés Ahumada Correa, conocido con el alias de El Toty, de 20 años. El otro era un menor de edad. Pese a las capturas, la Policía nunca confirmó oficialmente que el hecho estuviera relacionado con una extorsión.
Piden apoyo. Agremiaciones de comerciantes de la ciudad expresan su preocupación frente al incontrolable tema de la extorsión.
En el caso de la Unión Nacional de Comerciantes, Undeco, Orlando Jiménez, presidente de la asociación, solicita a las autoridades militares el retorno del Grupo Antisecuestro y Antiextorsión del Ejército, el cual partió hace algún tiempo para el sur del país debido al poco trabajo que tenía en el departamento del Atlántico.
Jiménez argumenta que esta unidad, junto con el Grupo Gaula de la Policía, podría actuar de manera efectiva para contrarrestar la actividad delictiva en la ciudad, no solo para los comerciantes sino para la comunidad en general.
“Hay algunos de nuestros agremiados que comentan sus situaciones, pero otros no lo hacen por temor. Muchas veces se las arreglan para sobrellevar las amenazas. No siempre les piden dinero, hay ocasiones que los extorsionistas exigen recargas, compras, dotaciones”, precisó el representante del colectivo de comerciantes.
Por otro lado, la Asociación de Abarroteros del Atlántico, Asaba, en cabeza de su director ejecutivo, Luis Castillo, pide a la Policía Metropolitana reforzar la vigilancia en el sector del mercado de Barranquillita, en donde permanecen casi la totalidad de sus asociados.
Según Castillo, la Policía antes tenía asignados 12 uniformados para los patrullajes del área, pero ahora solo hay 4 agentes. “La Policía siempre nos ha apoyado, pero para esta época se incrementan los delitos en la zona”, concluyó.
Este año han sido resueltos 49 casos denunciados
Bajo el lema “Yo no pago, yo denuncio”, el grupo Gaula de la Policía del Atlántico inició el pasado viernes la campaña para combatir la extorsión en diferentes zonas de Barranquilla y su área metropolitana.
Voceros de la unidad policial precisaron que serán al menos dos semanas de intenso trabajo en los diferentes sectores comerciales de la capital del Atlántico, brindando asesorías a los propietarios y administradores de locales sobre cómo evitar una extorsión o cómo reaccionar ante un caso.
“La ciudadanía y los comerciantes deben denunciar a los delincuentes. Estos se hacen pasar como integrantes de bandas delincuenciales para ejercer presión en sus víctimas y para que el dinero sea entregado con mucha más facilidad”.
La calle 72, Las Moras, La Pradera, mercado de Barranquillita, sector de la Terminal de Transportes (Soledad), La Central, serán algunos de los puntos donde la institución armada hará presencia durante las próximas dos semanas.
El primer sector en recibir al grupo Antisecuestro y Antiextorsión de la Policía fue el corregimiento La Playa, en donde los comerciantes recibieron con agrado las recomendaciones y también reportaron algunos casos de intimidaciones por parte de supuestos miembros de bandas criminales.
“Vamos a estar en zonas afectadas y en zonas que son vulnerables para el ataque de la delincuencia”, añadió uno de los investigadores del equipo.
Según la unidad, este año han sido resueltos 49 casos de extorsiones en la ciudad de Barranquilla, cifra que deja 79 personas tras las rejas.
Asimismo, los voceros del Grupo invitaron a la ciudadanía a denunciar a través de las líneas gratuitas de emergencia 165, 123 y 018000911129.
Para tener en cuenta
En presencia de los empleados, evite hablar de negocios presentes o futuros, incluso comentar sobre las propiedades o bienes que se poseen.
Imparta instrucciones precisas a sus empleados, entrénelos sobre la forma de contestar el teléfono. Hábleles acerca de la información que no deben suministrar, y alértelos sobre las frecuentes llamadas falsas con suplantación de voces.
Antes de contratar personal, verifique todos sus antecedentes laborales y judiciales.
Desconfíe de la visita de vendedores ambulantes o personal bien vestido, con buenos modales o con apariencia confiable, pues pueden ser un engaño.
No permita el ingreso de empleados públicos a su empresa si estos no han sido llamados.
| FUENTE: http://www.elheraldo.co |
