La audiencia del caso, relacionada con su imperio mediático Mediaset, ha sido aplazada hasta el próximo sábado, informó la prensa internacional.
Berlusconi tampoco se presentó el pasado viernes al juicio por el caso Ruby, en el que está acusado de abuso de poder y prostitución de menores, porque hace una semana había sido ingresado al Hospital San Raffaele de Milán (norte) por el mismo problema de salud.
Este sábado, los jueces autorizaron el envío de inspectores al hospital, y en su informe señalaron que efectivamente Berlusconi sufre de problemas en la vista.
El pasado 7 de marzo, Berlusconi fue condenado a un año de cárcel por violación del secreto de instrucción en el llamado caso Unipol, la publicación ilícita en 2005 de escuchas telefónicas en el diario II Giornale, propiedad de su hermano Paolo.
Los fiscales en el caso de la llamada telefónica habían solicitado una pena de un año de prisión para el magnate de los medios de comunicación.
El periódico publicó una conversación entre el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, y el entonces líder del partido Demócrata de Izquierda (DS), Piero Fassino, sobre el supuesto intento de ambos de hacerse con el control de Banca Nazionale del Lavoro (BNL).
La conversación entre Fassino y Consorte todavía no había sido incluida en las actas de la Fiscalía cuando fue publicada, ya que estaba aún en manos de la Policía y de la empresa Research Control System (RSC), que se encargaba de realizar las escuchas.
Berlusconi negó haber “actuado mal” en este caso e intentará revertir la decisión ante una corte de apelaciones. Bajo la ley italiana, no se espera que pase tiempo en la cárcel hasta que se haya concluido cualquier juicio de apelación.
“ESTÚPIDOS” DETRACTORES
El exprimer ministro italiano llamó “estúpidos” a los detractores que le abuchearon y llamaron “bufón” cuando llegó este domingo al Senado, en una sesión en la que se ha efectuado una votación para elegir al presidente de la Cámara alta.
“Deberían estar avergozados, pobres estúpidos”, dijo Berlusconi antes de entrar en Parlamento.
El magnate de 76 años de edad llegó a la fase final de la votación, portando gafas oscuras tras haber pasado una semana en un hospital por los problemas oculares.
La votación para el presidente del Senado acabó con la victoria del el exfiscal nacional antimafia Piero Grasso, en las filas de la coalición de centroizquierda, que consiguió 137 votos frente a los 117 de Renato Schiffani, de centroderecha.
FUENTE: teleSUR |