El incidente ocurrió el pasado el 22 de noviembre en la ciudad de Qingdao, provincia oriental de Shandong, luego de detectarse una fuga en la red municipal de tuberías de aguas residuales de la ciudad, que van a parar a la bahía de Jiaozhou.
La explosión destrozó los caminos residenciales y comerciales en Huangdao, justamente cuando los obreros estaban limpiando la filtración en el oleoducto perteneciente a la gigante petrolera china Sinopec.
El cuerpo de la última persona desaparecida fue hallado el lunes, anunció el Gobierno municipal de Qingdao en su cuenta oficial de microblogs, “con lo que el balance total de muertos se eleva a 62”.
El comunicado recuerda que la detonación fue muy potente y la onda expansiva volcó varios coches y dañó algunas carreteras, dejando también al menos 136 personas heridas y hospitalizadas, aunque ya 14 han sido dadas de alta.
Los informes iniciales cifraron en 55 el número de fallecidos y en nueve los desaparecidos. Sin embargo, dos víctimas habían sido contadas como desaparecidas por error.
Los accidentes industriales son frecuentes en China, a menudo porque no se respetan las normas de seguridad. Cerca de 28 mil personas murieron en ese país en los seis primeros meses del año, como consecuencia de accidentes laborales, según estadísticas oficiales.
FUENTE: TeleSUR - http://www.aporrea.org |