En una declaración conjunta, anunciaron la conformación de la Red mundial para la libertad con el propósito de denunciar la capacidad destructiva de esos fenómenos.
Asimismo, instaron a otras órdenes religiosas a colaborar con la eliminación de manifestaciones de ese tipo, las cuales fueron consideradas como crímenes contra la humanidad.
El documento, rubricado en la sala Juan Pablo II de la Santa Sede, condena la explotación física, económica y sexual de hombres, mujeres y niños, fenómeno que, según se manifiesta, afecta a cerca de 30 millones de personas en el mundo y las conlleva a la deshumanización y degradación.
Entre los principales puntos del acuerdo se encuentran la divulgación en escuelas y universidades de información sobre esos crímenes para contribuir a evitarlos y la realización de una jornada de oración por las víctimas.
Además, se pretende alanzar el apoyo de 50 grandes multinacionales, 30 jefes de Estado y varias organizaciones políticas para extender la lucha contra esos fenómenos y erradicarlos en el período previsto.
FUENTE: Prensa Latina - http://www.correodelorinoco.gob.ve |