“Recen por mí”, tuiteó el papa en su cuenta àpontifex en nueve idiomas, repitiendo la misma frase con la que sorprendió al mundo cuando apareció por primera vez hace un año en el balcón de la basílica de San Pedro. Coherente con el estilo de su pontificado, Francisco “no ha querido nada especial o diferente de lo que siempre ha hecho”, comentó a la AFP el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
El viernes, el papa regresará al Vaticano en un autobús tras haber pasado seis días dedicado a la reflexión espiritual por la Cuaresma. La ausencia de papa del Vaticano, lejos de la muchedumbre, es considerada otro gesto de sobriedad del pontífice argentino, que renunció a todo tipo de lujos, usa un lenguaje directo y claro y se deja tocar y abrazar por fieles durante las audiencias públicas.
El “papa de la gente”, el primer papa jesuita y latinoamericano de la historia, que en un año ha cambiado la imagen de la Iglesia católica, sacudida por escándalos de pedofilia y corrupción, está tratando de calmar las luchas intestinas dentro de la Iglesia.
En una entrevista al diario italiano Il Corriere della Sera, Francisco contó que decidió cumplir esos retiros espirituales fuera del Vaticano porque en el pasado algunos colaboradores “escuchaban las prédicas y volvían a trabajar”, sin cumplir con ese ayuno físico y mental que considera clave para abandonar la vida mundana y de derroche que afecta tanto a la desprestigiada Curia Romana.
En un año, el papa latinoamericano ha transformado el modo de percibir al pontificado presentándose como el “párroco del mundo” y rechazando con gestos y hechos que lo traten como a un monarca absoluto, inaccesible, según coinciden vaticanistas y expertos en asuntos de la Iglesia.
“Pintar al papa como si fuese una especie de Superman, una especie de estrella, me resulta ofensivo. El papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos. Es una persona normal”, lamentó el mismo papa en la entrevista.
Cientos de mensajes y tuits de todo el mundo, tanto de autoridades como de gente común, han sido enviados este jueves para rendir homenaje a Francisco en su aniversario. Más de 12 millones de "followers" siguen al papa a través de su cuenta en twitter, un éxito comparable sólo al del presidente estadounidense Barack Obama.
Mostrando el rostro humilde y sencillo de la Iglesia, el papa ha cosechado una sorprendente popularidad, que ha alcanzado cifras récord en Argentina e Italia. Según un sondeo del diario La Nación de Buenos Aires, el 93% de los argentinos tienen una visión positiva del papa, mientras en Italia su popularidad llega al 87%, según el centro de estudios Eurispes.
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