“Ese chico tiene algún problema (apuntando a la cabeza). Viene de un lugar muy pobre. La rabia le enfurece y él no se domina. Era el caso para llevarlo a un hospital y tratarlo con psiquiatra. Es un problema que no se soluciona con sanciones”, dijo.
La FIFA le impuso la penalidad a Suárez el pasado 25 de junio, durante el Mundial, por morder a al defensor italiano Giorgio Chiellini durante el partido Uruguay- Italia, el pasado 13 de julio.
Además de una dura pena económica, la sanción implicó cuatro meses de inhabilitación para jugar al fútbol y nueve partidos internacionales, su expulsión inmediata del torneo y la prohibición de entrar en los estadios en los que se disputaba el campeonato.
Tras la decisión de la FIFA, el presidente uruguayo salió en defensa de Suárez y criticó duramente al organismo al considerar que sus dirigentes son “una manga de viejos hijos de p...”.
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