En concreto, este funesto hallazgo ha tenido lugar en las costas de varias islas alemanas, situadas justamente en el mar del Norte, una región marina limítrofe con numerosos países europeos.
Al parecer, de acuerdo con la dirección del parque nacional de Tönning, las focas se habrían contagiado con el virus de la gripe, o al menos esa es la hipótesis más aceptada en la actualidad.
No obstante, aunque la situación es ciertamente alarmante, los expertos insisten en que es muy complejo que la población de focas de dichas costas se vea sustancialmente golpeada por estos fallecimientos.
Hasta el momento, las regiones más afectadas por la llegada de las focas han sido las islas de Syltm, Amrum, Föhr y Helgoland, donde numerosos cadáveres de estos animales han sido encontrados recientemente.
Aunque algunos informes apuntaban a que podía tratarse de una epidemia de moquillo, como la que dejó 18.000 ejemplares muertos en 1988/89 y más de 20.000 en 2002, esta vía ha sido descartada por varios análisis veterinarios.
Del mismo modo, otras informaciones apuntan a una posible relación de estos fallecimientos y enfermedades con el reciente caso de la isla danesa de Anholt, que también sufrió la pérdida masiva de focas este mismo año.
En concreto, en el pasado mes de agosto, en torno a 200 de las 1.500 focas que habitaban la isla de Anholt fallecieron a causa de una extraña enfermedad pulmonar. Por el momento, continúan las investigaciones en torno a los decesos de focas en la costa alemana.
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