Fuentes gubernamentales han confirmado 'extraoficialmente' el resultado de un concurso en el que Indra se jugaba su prestigio tras salir derrotada en las elecciones del 20-D. Aquello fue un golpe muy duro para la multinacional, que siempre se había hecho con el contrato para el recuento de votos desde que fue creada hace cerca de 30 años. El enfado interno fue de tal calibre que los gestores de la empresa presentaron hasta dos recursos formales para tratar de revertir la decisión que daba como ganadores a Tecnocom y la catalana Scytl.
Esta victoria es vital para Indra, que se ha especializado en la informatización en este tipo de actividad, para ganar contratos similares en otros países y acallar las voces que criticaban que la empresa, participada en un 22% por el Estado, no fuera capaz de imponerse en su propia jurisdicción. Por este motivo, Abril-Martorell ordenó a los responsables de la división hacer lo necesario para no volver a perder el recuento de los votos del 26-J.
Y así lo han hecho. Aunque Indra ha declinado hacer ningún comentario, las fuentes aseguran que la compañía ha pujado con una rebaja del 40% sobre el coste del contrato, que ronda los 9,5 millones de euros, para hacerse con el contrato. Como la parte económica es la que más peso tenía a la hora de la puntuación, la empresa participada también por Telefónica y Corporación Financiera Alba ha realizado una oferta demoledora.
Fuentes conocedoras del proceso afirman que, en esta ocasión, Interior ha planteado un "modelo de elecciones low cost con menores exigencias de desarrollo de sistemas" y con una reducción del 50% de tiempo de ejecución, pasando de los 90 días tradicionales a los 45, lo que explicarían que los costes sean menores que en las elecciones de diciembre y las ofertas puedan ser más económicas que las de entonces.
Otras fuentes, en cambio, creen que el precio ofertado por Indra podría incurrir en una baja temeraria, que reduciría el margen de Indra, justo cuando el objetivo estratégico del presidente que sustituyó a Javier Monzón es aumentar la rentabilidad de la cuenta de resultados.
Indra ha evitado por todos los medios que le pasara lo mismo que con las elecciones del 20-D. La compañía, que ha vuelto a los beneficios en el primer trimestre de 2016 tras dos años consecutivos de pérdidas, se impuso entonces en 19 de los 20 puntos en juego de la parte técnica del contrato. La mesa de contratación concedió a Indra Sistemas la mejor puntuación técnica, 17,14 puntos, frente a los 12,65 de Tecnocom-Scytl. Sin embargo, en materia económica, Tecnocom-Scytl logró 80 puntos, frente a los 73,32 de Indra Sistemas. De esta manera, la puntuación total de Indra fue de 90,46 puntos y la de Tecnocom-Scytl, 92,65 puntos, lo que la conviertió en "la oferta más ventajosa para el interés público".
Se quedó con la miel en los labios porque presupuestó su trabajo en cerca de 13 millones de euros, casi tres millones por encima de los que ofreció Scytl en colaboración con Tecnocom. Su recurso, en el que denunciaba la incapacidad tecnológica de sus competidores al no contar en el momento del concurso con los medios adecuados, en concreto 3.000 'tablets' para transmitir los datos 'online', fue rechazado por Interior.
En estas compañías ya daban por hecho que Indra echaría el resto para recuperar el monopolio de los recuentos electorales. En este sentido, habían advertido de que la empresa auspiciada por el Ministerio de Defensa ha ido muy agresiva al concurso de los comicios autonómicos que se celebrarán en el País Vasco a finales de año, a los que también han concurrido con una oferta con un descuento del 40%.
Concursos bajo la lupa
Los concursos para las elecciones están siendo seguidos muy de cerca por las autoridades y por las empresas del sector después de que el pasado año el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, despidiera de forma fulminante a tres funcionarios por filtrar presuntamente información privilegiada sobre el contrato para la adjudicación del recuento de los votos de las generales del pasado mes de diciembre. Interior abrió una investigación interna tras detectar que una de las empresas que pretendían concurrir al proceso habría tenido acceso a los pliegos de condiciones antes de que fueran públicos y que incluso había logrado que se modificaran algunas exigencias para obtener una ventaja con respecto a sus competidores.
Indra ha cerrado el primer trimestre de 2016 con un beneficio neto de 11,8 millones de euros, lo que contrasta con las pérdidas de 19,6 millones registradas en los tres primeros meses de 2015. En esta línea, el beneficio antes de impuestos (ebit) alcanzó los 29 millones de euros en el primer trimestre, frente a las pérdidas de un millón de euros de hace un año, mientras que el margen ebit recurrente alcanzó el 4,6%, en comparación con el 0,5% del mismo periodo del año anterior.
Indra ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.
FUENTE: Agustín Marco - http://www.elconfidencial.com