Pero nadie se ha parado a desmenuzar el valor de esas cifras. España lanzó 14 veces, es verdad, pero el máximo rematador fue Piqué, seguido de Sergio Ramos y Cesc, ergo nuestro centro del campo no pudo crear oportunidades para los jugadores de arriba, que se vieron ahogados por el sistema planteado por la selección transalpina.
Para asignar un valor real a las ocasiones de España creé un modelo que evalúa la calidad de cada ocasión que tiene lugar sobre el terreno de juego. Este modelo en inglés es conocido como ‘expected goals’.
¿Qué son los Expected Goals?
Expected Goals (xG o ExpG) es una métrica que analiza la calidad de las ocasiones que tienen lugar en un partido. Cada remate tiene un valor en función de la probabilidad de que el disparo acabe convirtiéndose en gol. Este valor es asignado en función del lugar del disparo, la distancia a la portería y el ángulo, la parte del cuerpo (cabeza o pie) con la que se remata al balón, la velocidad de la jugada, el pase que precede –si lo hay– al disparo, etc. Esta estadística la usan los clubes de fútbol, las casas de apuestas y medios especializados como 'FiveThirtyEight' o 'ESPN'. Para aprender más sobre xG puedes visitar @eljurasico en Twitter y para saber más sobre el modelo puedes pinchar aquí.
Los primeros 45 minutos fueron un baño táctico de Conte a Del Bosque. El sistema defensivo 3-5 que impuso Italia avasalló a los españoles, que solo pudieron rematar dos veces a puerta, las dos veces desde fuera del área, dos oportunidades con un porcentaje de conversión ínfimo. Ante esa situación, Italia superó a la defensa española por activa y por pasiva y se llevó el gato al agua en un rechace de De Gea en una falta que Chiellini remató a bocajarro casi sobre la línea de gol, un disparo con una conversión casi del 70% (xG 0.68).
El esquema planteado por España no sirvió para desbaratar la presión italiana, que causó estragos todo el partido y no dejó a los de Del Bosque implementar su juego.
El plan de Del Bosque para desactivar la presión italiana: Morata contra 3 colosos y cero trabajo en 2as jugadas. pic.twitter.com/rVPMyojd2M— Alberto Egea (@esttoper) 28 de junio de 2016
España hizo lo que pudo en la segunda parte y fue mejorando poco a poco, pero no fue suficiente. Disparó más a la puerta de Buffon, pero el sistema defensivo italiano estuvo casi impecable y solo permitió un remate claro a España: el que erró Piqué en el minuto 89.
Con el tiempo reglamentario vencido y España volcada a la desesperada, Italia volvió a tener otro remate de los que es difícil no materializar, como se ve en el siguiente gráfico:
Dos bombazos a escasos metros de meta contra los que De Gea, que había tenido una noche mágnifica, no pudo hacer nada. España no perdió por mala suerte ni fue un accidente. Con Brasil en la memoria, y ahora con la Eurocopa, el seleccionador y la federación tendrán que buscar un cambio de modelo (ya sea de juego, de jugadores o de entrenador) de cara al futuro, pues el actual, con las piezas que hay en sus respectivos sitios, está casi agotado.
FUENTE: Salvador Carmona - http://blogs.elconfidencial.com