Esta semana le tocó a la minoría LGBT nada más que el tiroteo masivo y más eficaz en la historia reciente de EEUU, esperemos que no estemos en el inicio de la primavera homofóbica.Es importante destacar que lo ocurrido no es un acto homofóbico, no es un hecho de la delincuencia común, no es un ataque de un desequilibrado mental, estamos en presencia de un ataque terrorista islamista producido por un musulmán radicalizado, que lo preparó calculadamente, muy bien pensado y lo perpetró en un local cerrado, ruidoso y oscuro de manera premeditada, con la colaboración definitiva y complicidad de su esposa, y con el visto bueno y patrocinio del terrorismo organizado, que ahora se sabe están más que penetrados dentro del imperio y lo que es peor aún se forman y radicalizan en el corazón de los Estados Unidos.
Este hecho se produce en una de las ciudades más visitadas del mundo, cerca de los parques de atracciones que mayor cantidad de turistas reciben permanentemente y en las narices de la policía de mejor preparación de los estados Unidos, la que debe de brindar respuestas ante este tipo de eventos y cuidado porque de allí a los parques no hay mucha distancia, ojo con ello.
El mundo árabe y la colectividad musulmana, en modo “avestruz” nuevamente, ya ni si quiera aparece un representante a decir algo, tampoco comentan “que no se daban cuenta del proceso de radicalización del terrorista”, discurso típico agotado y conocido. El autor para variar tenía sus visitas al FBI, la familia bien gracias, el hijo del “señor” aparece en una foto con una franela de Mikey, él sí podrá disfrutar de esa ciudad y gozar de los derechos y beneficios de la seguridad social de USA, donde su padre enlutó a miles de personas a toda una nación, además y seguramente gozará de una protección de por vida, claro él no tiene culpa, “que culpa tiene el tomate de haber nacido en la mata”, pero mucho menos la tienen los hijos y familiares directos de las víctimas, que para desgracia de sus memorias quedaron en entredicho en este mundo de intolerantes que eran homosexuales de pronto sin serlo y de los comentarios maliciosos cuando se aprecian las listas de las víctimas que deberían de estar reservadas pues los fallecidos, merecen respeto.
No sé si en este caso Trump pueda tener razón con sus declaraciones, pero es el único que habló sin temor y le pone nombre y apellido al asunto, y está clarito que no debemos de permitir que estos eventos se conviertan en cotidiano.
Señores, el Islam y sus leyes no profesan el terror, la mayoría musulmana son gente extraordinaria, (ojo la minoría son mucha gente) sin embargo es a esa mayoría a la que le toca la tarea de identificar a los radicales, apartarlos y denunciarlos, de lo contrario es inevitable que el proceso islamofóbico siga avanzando rápidamente, es esa mayoría la que debe de entender que las víctimas directas de ese terror, son ellos mismo, pues la gente no distingue, son ellos entonces, los que deben de luchar por permitir también que en sus países de origen se respete la libertad de cultos, la existencias de Iglesias y Sinagogas, la posibilidad de ser parte de una minoría y elegir su tendencia sexual, de hablar en cualquier idioma, poder protestar y vestirse como les provoque.
La tragedia de Orlando tiene una connotación mucho peor a lo que se aprecia en la media, esto está en otras dimensiones, ahora más que nunca debemos de renovar el compromiso por la lucha en defensa de las minorías, por evitar el aislamiento y la discriminación de nadie en atención a su raza, género, orientación sexual minusvalía, clase social o religión. Nuestros respeto a la memoria de aquellos, el deseo por la recuperación de los heridos, las condolencias al pueblo de los Estados Unidos que no merece el pago con esa moneda de quienes han sido recibidos, educados y protegidos en ese país de oportunidades.
FUENTE: David Bittan Obadia - http://globovision.com
