
El lugar escogido, por sugerencia del propio embajador, fue La Castela, una pequeña y típica taberna situada en el barrio de El Retiro de Madrid. Michelle y su séquito llegaron al local cerca de la 13:30 entre fortísimas medidas de seguridad. Según cuentan a Vanitatis testigos presenciales, el grupo, formado por unas 8 o 9 personas ocupó una mesa del comedor situado en el fondo del restaurante y pidieron para comer todo tipo de tapas entre las que no faltaban milhojas de ventresca y rabo de toro. "Se sentaron en una mesa como unos amigos o una familia cualquiera y no impidieron que alguien se sentara al lado. No hubieran parecido la primera dama y su familia si no fuera por los miembros de seguridad que había por todo el local", cuenta una mujer de mediana edad que se sentó en una mesa contigua a la de ellos.
Cierto es que las medidas de seguridad para esta breve visita fueron enormes. Mientras Michelle y sus acompañantes degustaban los platos de La Castela, una veintena de miembros de la seguridad de la presidencia estadounidense esperaban fuera junto a otra veintena de policías españoles que impedían a los vecinos acceder a sus propias viviendas. Esto creó cierto malestar entre ellos, pues veían con impotencia como no podían llegar a sus viviendas. "Vengo de trabajar, tengo una hora para comer e irme y no puedo pasar. Me parece muy bien que Michelle Obama esté aquí y publicite los locales de la zona, pero yo tengo que seguir con mi vida", explicaba algo molesta una vecina.
Michelle, sus hijas, su madre y el resto de los acompañantes abandonaron la taberna cerca de las 15:30 horas de la tarde. La salida se convirtió en todo un espectáculo más propio de una película de Hollywood. Acercaron el todoterreno gris marcha atrás hasta la puerta del local para evitar cualquier peligro. Asimismo, evitaron que se fotografiase a la familia de Obama ya fuera tapando los objetivos con un bolso o poniéndose delante. Tras la 'huída' del cocheMichelle, fueron detrás otros seis todoterrenos, todos ellos ocupados por miembros de seguridad. Después fue el turno de tres furgonetas y por último dos autocares en los que en una pantalla se podía leer 'Staff'.
Su esperado encuentro con Letizia

En el evento, al que para acceder se tenía que hacer una larga cola, las dos mujeres pronunciaron unas palabras. La primera dama destacó la importancia de que cada persona de este mundo sepa lo importante que es que las niñas aprendan y tengan ilusión por estudiar. Michelle ha dado paso a Letizia con unas cariñosas palabras hacia ella en las que ha destacado la gran labor que desarrolla nuestra Reina en cuestiones de educación y salud. Ha sido entonces el turno de la esposa de Felipe VI, quien, algo nerviosa, ha realizado su discurso en un perfecto inglés, aunque se ha permitido algunas licencias con el español.
Tras el acto, las dos mujeres se dirigieron al Palacio de La Zarzuela donde tomaron un pequeño aperitivo. Aunque Michelle invitó a la Reina a comer a La Castela, ella declinó la invitación, pues en casa se encontraban Don Felipe, quien este jueves tenía la agenda vacía, y Leonor y Sofía. Según han contado fuentes de La Zarzuela, la primera dama saludó tanto al Rey como a las pequeñas y estuvo conversando con ellos un rato.
FUENTE: Núria Tiburcio - http://www.vanitatis.elconfidencial.com