
Aniston realiza también esta reflexión: “La cosificación y el escrutinio a los que sometemos a las mujeres es absurdo y alarmante. La forma en que los medios me muestran es simplemente un reflejo de cómo vemos y describimos a las mujeres en general, con la medida de unos retorcidos estándares de belleza. A veces los patrones culturales necesitan una perspectiva diferente para que los podamos ver por lo que realmente son: una aceptación colectiva... un acuerdo inconsciente. Somos responsables de este acuerdo”.
Sobre el cuestionado tema del embarazo, la actriz no se muerde la lengua y asegura que “Me molesta que me hagan sentir inferior porque mi cuerpo esté cambiando y/o me haya comido una hamburguesa y me hagan una foto desde un ángulo raro. Entonces, sólo hay dos opciones: o estoy embarazada o gorda. Por no hablar de lo molesto que es que tus amigos, compañeros o desconocidos te feliciten por un embarazo ficticio (y suelen ser más de diez veces al día)”.
Aniston termina su alegato con este párrafo: “Tenemos que decidir hasta qué punto nos tragamos lo que nos venden (y hasta qué punto contribuimos a ello) y quizá algún día los tabloides se vean obligados a ver el mundo a través de unas lentes diferentes, más humanas, porque los consumidores simplemente han dejado de comprar esta mierda”.
FUENTE: http://www.lavanguardia.com