Isabel Preysler ha hablado de su primer año de relación con Mario Vargas Llosa. Lo ha hecho en exclusiva y para su revista de cabecera, ¡Hola!. Lo ha hecho además aprovechando la visita que todos los años hace al príncipe Carlos en Londres junto con otros invitados de Porcelanosa. La firma de Castellón contribuye a las obras solidarias del hijo de Isabel II y este ofrece una recepción para agradecer la donación. Para la ocasión, Porcelanosa lleva a Londres al grupo de famosos con el que trabaja en tareas de promoción. Al frente de él está Preysler y, desde que están juntos, también el premio Nobel de Literatura. Fue precisamente en una cita con el príncipe Carlos cuando la pareja posó por primera vez.Desde que Vargas Llosa obtuvo el divorcio de Patricia Llosa tras 50 años juntos, la pregunta que más se le ha hecho a Presyler es que si habrá boda. Hasta ahora, la socialité había dado largas sobre el asunto, pero aprovechando tan importante ocasión, ha decidido hablar del asunto: "Mario me ha pedido que me case con él pero aún no le he respondido. Nada está descartado en nuestro futuro. Todas las opciones son posibles".
Preysler incluso habla de cómo le gustaría que fuera su boda. "No me gustaría que mi boda fuera multitudinaria y, por supuesto, no iría con un vestido blanco". También se deshace en halagos con su pareja. "Mario es un diez, de verdad. Me produce un verdadero placer escucharle hablar. Tengo muchas cartas de amor que me ha escrito que son realmente maravillosas. Fue precisamente aquí, en Londres, donde realmente nuestra relación se consolidó. Hasta ese momento no habíamos pasado de un intenso pero maravilloso coqueteo".
En una entrevista a EL PAÍS, Vargas Llosa habló de su relación con Isabel Preysler y del boom mediático que estaba viviendo al salir con la llamada reina de la prensa del corazón. "Sabía que con esta nueva relación habría cierta repercusión de tipo periodístico, pero nunca en la vida imaginé que tendría esa repercusión continental, que hubiera semejante especulación periodística en torno. Tanto para Isabel [Preysler] como para mí ha sido muy, muy pesada en estos últimos meses. Bueno, es una realidad de nuestro tiempo, me ha permitido conocer un poco mejor un oficio que es el mío también".
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