
Según aseguran fuentes conocedoras del encuentro, Junqueras solicitó la colaboración del Estado para afrontar esos pagos y reestructurar la deuda. Un planteamiento que no encontró enemigos. Eso sí, aunque el ministro de Hacienda ya ha manifestado en más de una ocasión que el Ejecutivo no dejará caer a ninguna comunidad, lo cierto es que el próximo Gobierno afronta un reto de enormes proporciones, en tanto que 20.000 de los 23.000 millones de fondos otorgados a las comunidades a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) se enfrentan a vencimientos que obligarán a nuevas refinanciaciones.
En el caso concreto de Cataluña, el planteamento de Junqueras se concreta en la necesidad de cubir los citados vencimientos inmediatos y recabar al mismo tiempo autorización del Estado para acometer nuevas posiciones de deuda. Cataluña ya pidió autorización de endeudamiento de 5.100 por vencimientos a corto de 2016 y parte de 2017. El gobierno autorizó endeudamiento para Cataluña por valor de 4.200 en junio de este año en Consejo de Ministros. Mañana, el órgano colegiado del Ejecutivo le dará autorización de endeudamiento por valor de 685 millones.
El problema de fondo reside en la estructura jurídica que dio origen al FLA y que nació con una restricción que ahora se antoja determinante: no permitía la cobertura de la deuda contraída con bancos nacionales, ya que el mecanismo pretendía sobre todo calmar las dudas internacionales sobre la solvencia española. Precisamente los 1.600 millones de vencimientos mencionados son con bancos nacionales, lo que obliga ahora a salir al rescate de parte de esa deuda catalana. La medida obligará a un acuerdo de Consejo de Ministros que modifique esta cláusula. Y para un Ejecutivo en funciones, 'mojarse' para saldar esa limitación aparece como un gesto a tener en cuenta de cara al futuro. Como telón de fondo, la necesidad para el Partido Popular de, al menos, abstenciones si quiere sacar adelante la investidura de Mariano Rajoy como presidente del próximo Gobierno.
Durante un desayuno informativo celebrado este jueves en Madrid, Junqueras evitó referirse al motivo de su encuentro con Santamaría y Montoro, del mismo modo que tampoco entró en cuestiones de calado como el propio proceso de desconexión. Eso sí, dedicó su intervención íntegra a hablar de economía, desde la situación de la deuda hasta la problemática energética internacional. Es más, pidió una "reflexión profunda" sobre que la economía española sea la única de la OCDE que en los últimos 35 años haya tenido hasta tres episodios con más de un 20% de paro. A buen entendedor.
Bono basura
Con la deuda catalana calificada como bono basura, el FLA es el único banco al que puede acudir la Generalitat. Como publicó este diario, los vencimientos de deuda de la Administración catalana en 2016 alcanzan los 7.520 millones de euros, de los cuales 2.863 se corresponden con prescripciones del propio fondo. Esto es, un 38% del total, la primera vez que esta partida alcanza un porcentaje tan elevado.
Desde el punto de vista del origen de la deuda, de los citados 7.520 millones que vencen en 2016, un total de 763 millones corresponden al agujero de entidades públicas y otros 1.594 millones a préstamos de la banca española. Los bancos extranjeros, más prudentes, se han ido retirando y solo tendrán vencimientos en el año en curso por valor de 204 millones. Mayor razón para pensar en lo imprescindible del plácet del Consejo de Ministro a la modificación legal. Por si fuera poco, las emisiones de deuda viva de la Generalitat que todavía no está en el FLA suman otros 1.267 millones.
FUENTE: Daniel Toledo - http://www.elconfidencial.com