El tiempo transcurrió y casi dos décadas después a Caleb le nació la inquietud de conocer a su madre biológica a quien contactó gracias a Facebook, fue entonces cuando decidió conocerla.
Según cita el británico Daily Mail al principio todo transcurría con normalidad. Caleb —ya de 19 años— recibía atenciones de su madre quien lo cuidaba, le cocinaba y daba todas las atenciones que nunca le dio cuando era un niño.
Meses después comenzó una atracción física e íntima, ahora ambos afirman que padecen del síndrome de GSA, un padecimiento que al parecer, puede darse entre familiares que se conocen cuando ya son adultos. Los dos aseguran estar “locamente enamorados” y que lucharán por mantenerse juntos.
Mónica es madre de otros nueve hijos pero ha asegurado que no le importa perder los derechos sobre ellos con tal de vivir con Caleb.
De ser hallados culpables del delito de incesto ambos pueden enfrentar una pena de hasta tres años de prisión. Por tal motivo decidieron hacer pública su situación con el objetivo de recolectar fondos y luchar por lo que llaman su “derecho a mantener una relación íntima”.
El español 20 minutos cita una publicación del sitio oficial GSA que explica que el trastorno ocurre entre “dos adultos que han sido separados durante los años críticos de desarrollo y unión y que se reencuentran en la etapa adulta”.
El sitio tiene activado un foro donde las personas con ese padecimiento pueden compartir sus experiencias ya que el caso de Mónica y Caleb no es aislado.
No son casos aislados
Hace dos años fue muy sonado el caso de una pareja brasileña que después de 10 años de estar casados descubrieron que eran hermanos.
Este caso ocurrió el Brasil cuando los hermanos Leandro y Adriana, ahora de 39 y 41 años respectivamente, fueran abandonados cuando eran unos niños.
Fue a través de un programa de televisión que ambos descubrieron que eran hijos de la misma madre, no obstante se aman y aseguran que “solo la muerte podrá separarnos”.
En el 2010, la historia de una mujer de 72 años que mantenía una relación con su nieto de 26 revolucionó Estados Unidos. "Desde la primera vez que lo vi, sabía que nunca íbamos a tener una relación entre abuela y nieto. Por primera vez en años me sentí sexualmente viva", manifestó la mujer en aquella ocasión.
Otro ejemplo ocurrió en 2008, cuando la historia de un par de gemelos que fueron separados al nacer pero que se casaron más tarde ocupó las portadas de varios periódicos.
En esta oportunidad, los gemelos fueron adoptados por diferentes familias. Más tarde, el matrimonio se anuló. Por primera vez en años.
FUENTE: http://www.prensalibre.com