
Bernal, que tuvo a cargo de la seguridad de las dos hijas y del york shire terrier de la viceministra, maneja muy bien cada detalle sobre el escándalo que el gobierno parece haber ignorado.
De hecho, este escolta fue el primero en dejarle claro a Sucre, que pasear un perro por más de dos horas, no estaba dentro de sus funciones, contó cómo reacionaba su exjefa si este se negaba a aquella tarea.
"El día que no paseaba al perro te mandaba a hacer un amonestación, primero verbal y luego escrita".

Dicha acción se manifestaba a través de un memorandúm emitido por el departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Desarrollo Social o Mides.
"Ella llamaba al jefe de recursos humanos del Mides y luego te llamaban la atención. Después te entregaban un papel que hacía constancia de que yo no cumplía la orden de mi superior", expresó la fuente.
Las amonestaciones, reitera el escolta, eran por no querer pasear a "Gucci"; no obstante, Sucre alegaba otro tipo de falta cuando se quejaba de su subalterno.
Por otro lado, el seguridad señaló que los domingos, que se suponía que eran sus días libres, estaba ocupado porque las hijas de la exfuncionaria asistían a todo tipo de eventos, incluyendo diversión nocturna.
Estas actividades iban desde 15 años, visitas al mall y otras. Todo esto, tomando en cuenta que de lunes a sábados, sus horarios de entrada eran a las 6:00 de la mañana.
"Todos los fines de semana había eventos... y si había evento, no había día libre", declaró Bernal.
"Una vez en un 'parking' de las hijas de la exviceministra, nos puso a que teníamos que revisar cintillos a los que ingresaban y cosas así. Era un evento en un edificio de Punta Pacífica, cerca del Trump", declaró Bernal.
El seguridad agregó que los 108 días de horas extras o tiempo compensatorio, que acumuló durante seis meses, se los pagó el Mides; es decir, que el tiempo que no cubría el horario regular como escolta de las hijas de Sucre, fue saldado con dinero del Estado.
FUENTE: José Chacón - http://www.panamaamerica.com.pa