
Da Silva es acusado de usar su influencia sobre el gobierno de su sucesora para ayudar a que el fabricante Saab AB ganara la licitación para comprar 36 aviones por un monto de 5,600 millones de dólares.
Los abogados del exmandatario aseguran que él no jugó algún papel en la elección de las aeronaves de la firma sueca en diciembre de 2013, y que no obtuvo ganancias ilegales relacionadas al acuerdo.
También afirmaron que Luis Claudio Lula da Silva, hijo del extitular, quien está acusado de recibir 2.5 millones de reales (740,000 dólares) a cambio de la influencia de su padre, que fue pagado con un patrocinio en un torneo de fútbol americano organizado en Brasil.
Las acusaciones sobre Lula subrayan la profundidad de casi tres años de investigaciones por el tema de corrupción, esto añade incertidumbre en el proceso electoral de 2018.
En los últimos sondeos, Lula da Silva aparece entre los favoritos para la carrera presidencial, incluso, el presidente del Partido de los Trabajadores reiteró que él sería el candidato de instituto político en 2018 y no habría un plan B.
FUENTE: Agencias - http://www.elhorizonte.mx