
Desde que la herramienta de edición genética CRISPR cayó en sus manos y las de su equipo, las posibilidades de Church se han multiplicado, como se desprende del último trabajo salido de su fábrica, liderado por el genetista Seth Shipman. Gracias a este cortapega genético, han logrado introducir una imagen y una secuencia de video digital en el ADN de una bacteria. La secuencia corresponde a una de las primeras películas de la historia, filmada por Eadweard Muybridge en 1878 y que muestra a un jinete galopando sobre un caballo.
En los últimos meses, diversos trabajos han demostrado que CRISPR-Cas permite transferir información digital a células vivas. Gracias a las proteínas Cas1 y Cas2, los científicos lograron codificar, con una resolución de 36x26 píxeles, cinco fotogramas de la yegua Annie G galopando extraídos de la obra de Muybridge Locomoción Animal y Humana. Esta información fue codificada en unos nucleótidos -los ladrillos del ADN- e insertada en el material genético de una bacteria Escherichia coli.
En resumen, han hecho un GIF microscópico y lo han acoplado a una bacteria.
Una vez insertada en el código genético bacteriano, la información puede recuperarse secuenciando el genoma y reconstruyendo el código de píxeles. Hasta el momento, han demostrado una precisión del 90% en esta tarea.
El trabajo, que aparece esta semana en las páginas de Nature, abre la puerta a un futuro tan ilusionante como inquietante: el del almacenamiento de cantidades importantes de datos digitales dentro de células vivas.
FUENTE: Antonio Villarreal - http://www.elconfidencial.com