

Un sector del público español le desconoce, pero 700.000 personas desfilaron en 2016 por el palacio de Bellas Artes de México para saludar en persona sus restos mortales. La noticia de su muerte fue respondida con tuits de condolencia por parte de Barack Obama, Enrique Peña Nieto, Juanes, Gloria Trevi, Enrique Iglesias, Maluma, Ricky Martin y Carlos Vives. Solo faltó el de Elvis desde un supermercado de Ohio (y, cómo era de esperar, el de Mariano Rajoy).
¿Cómo sabemos que sus fans confían en que sigue vivo? Hay varios defensores. El marzo pasado el diario 'Basta' publicó que Joaquín Muñoz, exrepresentante de El Divo, tenía pruebas de que el cantante seguía entre nosotros. Por supuesto, la explicación completa está en el libro ‘Juan Gabriel y yo, detrás de la muerte’. El motivo del fallecimiento fingido sería el miedo a que sus familiares lo asesinaran por dinero. Muñoz es autor del libro 'Juan Gabriel y yo', que en los años ochenta destapó la homosexualidad del músico, que siempre se negó a admitirla en público.
En honor a la verdad, tampoco la negó nunca, usando la célebre frase “lo que se ve no se pregunta”. En su nuevo texto, Muñoz dice aportar pruebas en forma de 'mails' recientes. “En el libro vienen cientos de correos electrónicos en los que me he escrito con Juan Gabriel últimamente. Él no ha muerto, él sigue vivo a pesar de que mucha gente no lo puede creer. Él va a aparecer, pedirá perdón a su pueblo y dará las verdaderas razones de por qué fingió su muerte”. También afirma tener en su poder mensajes de WhatsApp. Mientras tanto, Silvia Urquidi, una de las mejores amigas del cantante, aparece en televisión con el certificado de defunción de una clínica de Los Ángeles para mostrar que se trata de una simple leyenda urbana, teoría de la conspiración o estafa mediática para hacer caja.
En realidad, Juan Gabriel siempre fue juguetón con la idea de inmortalidad. Al final de su carrera, cuando grababa discos en directo, comentaba que “esto es un testimonio para cuando yo no esté”. Los fans lanzaban aullidos de dolor y él respondía sonriendo que “lo que el pueblo no quiere que muera, pues no muere”. Habla de la inmortalidad artística, pero todo es ambiguo en México, un país entre cuyas tradiciones destacan el Día de Los Muertos, que fomenta la cercanía con quienes ya no están. Hablamos del autor de 'Amor Eterno', la canción favorita de los mexicanos para recordar a sus madres fallecidas.
El pueblo mexicano siempre sintió a Juan Gabriel como una especie de semidiós, que partió de la soledad en un orfanato hasta llegar a la cumbre de la industria musical americana. Otra actualidad cósmica es que 'Juanga' falleció la misma noche en que se emitía el último capítulo de una serie de ficción sobre su vida en Televisa. Miles de historias pueden ilustrar el carácter mítico y el cariño indestructible por su cantante más emocional. ¿La más contundente? La hazaña pop de que un gay fuese capaz de conquistar al país más macho del mundo. ¿La más extrema? Nicolás Alvarado, intelectual que dirigía el canal de televisión la UNAM, tuvo que dimitir de su cargo por la pasión popular cuando declaró que no le gustaba Juan Gabriel por ser excesivamente 'naco' (adjetivo despectivo que usan las clases altas para burlarse de la gente pobre, indígena o presuntamente burda). ¿Se imaginan al director de La 2 limpiando su oficina por llamar 'chonis' a Camela?
Deuda española
En el plano cultural, supone una pequeña tragedia el desconocimiento alrededor de Juan Gabriel en España. El divo de Juárez fue el compositor de muchas de las grandes canciones de Rocío Dúrcal e Isabel Pantoja, cuyo último disco se apoya en el repertorio del mexicano. Además les unían fuertes lazos de amistad. Por si fuera poco, el himno 'Noa Noa' fue durante décadas una contraseña de reconocimiento entre los gays españoles. La canción es un homenaje al local de su ciudad donde 'Juanga' empezó a despegar, pero con algunas discretas líneas que la convierten en celebración de los locales homosexuales. “Este es un lugar de ambiente / que viene gente muy diferente….”
La importancia intergeneracional de Juan Gabriel puede medirse también por el listado de superventas internacionales que aparecen en sus duetos de madurez, donde destacan Marc Anthony, Andrés Calamaro, José Feliciano, Alejandro Fernández y Miguel Poveda , entre muchos otros. Tristemente, a lo largo de 2016, los medios de comunicación españoles publicaron numerosos reportajes hablando de “año negro de la música” por las muertes de David, Bowie, Leonard Cohen y Prince. En ninguno de ellos se incluía a Juan Gabriel, que jamás gozó de prestigio en la critica nacional. La venganza pop consiste en que Juan Gabriel ha demostrado que el pueblo le quiere más que a ninguno. Hasta el punto de creer que puede seguir vivo.
FUENTE: Con información de VÍCTOR LENORE - https://www.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)