
El tira y afloja para fichar a Iniesta resulta interesante porque le sigue llegando el interés de otros equipos de diferentes países, como Australia y Estados Unidos. Pero, a día de hoy, nadie se acerca a los 100 millones de euros netos en tres años que está dispuesto a pagar el club japonés. El Vissel Kobe llega hasta los 25 millones de euros por cada una de las tres temporadas más otra importante cantidad de dinero en derechos de imagen y la aceptación de comercializar el vino de sus bodegas en una ciudad portuaria que tiene más de un millón de habitantes. Un negocio redondo para Iniesta, en el que también puede influir que su mujer y tres hijos se encuentren más a gusto que en China. Las cuentas que le ofrece el club japonés le cuadran al de Fuentealbilla.
Pero nada está cerrado, porque el club chino asegura que no ha roto las negociaciones con el jugador y que tiene un acuerdo verbal. El principal problema y que hace dudar a Iniesta es el férreo control del Gobierno de China sobre los clubes para que no superen un tope salarial. Esto afecta al desembolso en cuanto al salario fijo que tendría que pagar el Chongqing Dangdai Lifan, aunque su presidente, Jiang Lizhang, asegura que las conversaciones con Andrés Iniesta continúan y que buscarán las fórmulas para intentar cerrar el acuerdo. Aun así, la ficha o sueldo que ofrece el club chino no llega a la cantidad de los 25 millones de euros netos por temporada que han puesto sobre la mesa los japoneses.
Hasta Piqué puede influir en Iniesta
Iniesta tiene un sueldo en el Barcelona de ocho millones de euros netos y pasaría a triplicarlo en el fútbol japonés. La oferta la tiene y los contactos se han acelerado en la última semana. El propietario del club japonés y presidente de Rakuten, principal patrocinador del Barcelona y amigo de Gerard Piqué, estuvo en el Clásico en otro intento de seducir al manchego para que cambie España por Japón. Si lo consigue, Iniesta jugaría en el Vissel Kobe, un club que se fundó en 1986 y que es propiedad del dueño de Rakuten desde 2003. El equipo compite en la primera división de la J-League japonesa y en él jugó el ídolo de la infancia de Iniesta, Michael Laudrup, en la temporada 1996-97. Pero todavía no hay nada cerrado porque en la Superliga china se resisten a perder, pese al control del Gobierno en los fichajes, la figura de Iniesta, y no se descarta que entren en la puja otros clubes del país más poderosos.
El problema, error o paso en falso que ha dado Iniesta es anunciar su marcha del Barcelona antes de tener bien cerrado el acuerdo con su próximo equipo. Las negociaciones con el club chino Chongqing Dangdai Lifan estaban bien encaminadas y los contactos se llevan produciendo desde hace casi un año, cuando el futbolista estuvo en China durante sus vacaciones de verano. Pero faltaban por cerrar los flecos, que son muy importantes. En este punto o vacío en las conversaciones ha irrumpido con fuerza el club japonés, que tiene una estrecha relación comercial con el Barcelona. Hasta Piqué, socio del presidente de Rakuten, puede haber influido en el cambio de decisión de Iniesta.
FUENTE: Con información de ULISES SÁNCHEZ-FLOR - https://www.elconfidencial.com - (PULSE AQUÍ)