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lunes, 10 de septiembre de 2018

(España) Alimentos que siempre pensaste que eran saludables y no lo son

Cada vez estamos más concienciados con el hecho de mantener una dieta saludable, lo que nos lleva a incluir en ella alimentos sanos que contribuyan a conseguir dicho objetivo. Pero sucede que, cuando oteamos entre los lineales de los supermercados, vemos una suerte de productos que a priori parecen sanos y que prometen hacer mucho por la salud personal, lo que nos lleva a meterlos en el carro de la compra. Suelen ser alimentos convencionales (otras veces más novedosos) que muestran etiquetas publicitarias llamativas y leyendas atrayentes que promocionan sus bondades saludables, las cuales invitan al consumidor a pensar que son la quintaesencia de una dieta saludable.

Sin embargo, si nos detenemos a leer con atención la etiqueta nutricional, enseguida podemos comprobar que lo que indica dicha etiqueta dista bastante de lo que reza el eslogan publicitario más visible. Así que, en lugar de llevar a casa un alimento sano, estamos haciendo justamente lo contrario. O, como alude la OCU, "lo cogiste pensando que era una cosa, pero lo que te tragas es otra".

Asimismo, para muchos consumidores no es ningún secreto que si quieren ganar en salud, deben consumir con moderación algunos alimentos, como los embutidos o la bollería industrial. No obstante, muchos otros desconocen la existencia de productos comercializados bajo la etiqueta de saludables, pero que sin embargo no lo son. Según la OCU, "si no sabes lo que comes, tampoco sabrás quién eres". Por este motivo, este organismo ha puesto en marcha una campaña para informar al consumidor sobre la composición real de algunos alimentos de consumo habitual. Veamos cuáles son.

El york no es jamón, ni fiambre
No hay sándwich saludable que no incluya una loncha de jamón cocido o bocadillo sano en el que dicha vianda no se cuele entre hortalizas. Sin embargo, la OCU advierte de que no hay que fijarse solamente en la denominación comercial del producto, sino que debemos ir más allá y leer la denominación legal del etiquetado. Si lo hacemos, comprobaremos que en los productos que incluyen la denominación de 'york' no hay jamón, sino una suerte de carnes menos nobles procedentes de otras partes del cerdo. Igualmente, los envases que muestran el reclamo 'extrajugoso', en realidad, tienen una calidad inferior, pues llevan más cantidad de agua y menos proporción de jamón.

Zumo no es lo mismo que néctar
Los zumos, sobre todo el de naranja, encabezan la lista de bebidas presentes en los desayunos patrios, ejercen de perfectos piscolabis a media mañana o de acompañantes ideales a la hora de la merienda. Recurrimos a este colorido líquido porque tiene fruta, es sano y aparentemente natural. Pero este hábito es un error. Primero, porque tomar un zumo no es lo mismo que comer una fruta entera (aunque contienen partes comestibles de las frutas) y además suelen ser generosos en azúcares. Segundo, porque algunas variedades técnicamente no son zumos, sino néctares. ->>Continuar leyendo...

FUENTE: Con información de Sonia Fernández - https://www.alimente.elconfidencial.com - ->> Ir

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