Pero el hecho empezó a tener notoriedad dos meses después, cuando la Arquidiócesis de Panamá realizó una conferencia de prensa para anunciar la separación del padre David Cosca, a raíz del crimen.
Aunque legalmente David Cosca no está vinculado al hecho de sangre, las autoridades confirmaron que alquiló la habitación N.°47 del hotel El Panamá, donde se hospedó Hidadi Santos Saavedra.
Hidadi Santos estuvo con Eduardo Calderón en sus últimas horas de vida.
Pero además de ello, el propio Ministerio Público (MP) y el abogado del cura, Javier Quintero, confirmaron que en la casa cural de David Cosca se encontró posible evidencia relacionada con el fatal día.
Varias prendas de vestir, entre ellas, ropa interior y otras con rastros de sangre, fueron halladas por las autoridades.
No obstante, a más de un mes de haberse conocido sobre ese hallazgo, no se ha definido si esa sangre y esa ropa pertenecen a la víctima o si son del religioso.
Hay muchos detalles en este caso que abren el compás para la especulación, dado el silencio de las autoridades. Se podría afirmar, que literalmente, mantienen mucha información "dentro del clóset".
Por ejemplo, no se conoce el nombre del supuesto chofer del padre David Cosca a quien el departamento de Informática del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) le incautó un teléfono móvil.
¿Por qué estaría vinculado un chofer del padre en el crimen de Eduardo Calderón?, ¿qué información relacionada con el episodio de sangre hay en ese aparato?, son solo algunas de las interrogantes que se hace la opinión pública.
A juicio de Sarai Blaisdell, abogada del testigo Valentín Calderón, existe "un becerro de oro".
Ella ha señalado en innumerables ocasiones que el Ministerio Público sabe quién es el asesino y cómo sucedió todo.
Sin embargo, dice que una de las razones por las que se quiere mantener la discreción es por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en enero de 2019.
Fue en el mes de julio cuando se ordenó la detención preventiva de Hidadi Santos Saavedra.
A partir de ahí, se cuentan seis meses para que la Fiscalía Superior Metropolitana recabe datos y presente sus pruebas de convicción ante los jueces del Sistema Penal Acusatorio.
No obstante, la jurista comenta que la Fiscalía Superior Metropolitana solicitará una prórroga.
Según ella, quieren pedir que la causa sea declarada compleja.
Esa petición lograría evitar que Hidadi Santos declare en la audiencia intermedia, que es la fase que debe llevarse a cabo en enero, cuando terminen los seis primeros meses de la fase de investigación.
Todo con el fin de que los testimonios de Hidadi no afecten a la JMJ, que se inicia el 22 de enero, apunta Blaisdell.
Marco Manjarrez es otro de los litigantes en el proceso conocido como el caso David Cosca.
Manjarrez advierte que los propietarios o administradores del hotel El Panamá han actuado "de mala fe".
Primero, afirmó que dentro del expediente consta que alguien del hotel declaró que las cámaras del pasillo, donde murió Eduardo Calderón, estaban dañadas el día del crimen.
Pero luego surge la información de que una empleada, de nombre Kimberly Hudson, captó imágenes desde su celular de una de las pantallas o monitores del sistema de circuito cerrado la madrugada del 7 de julio.
En esa imagen se ve, según Marco Manjarrez, a su defendido, Valentín Calderón, mostrándole el área donde este había encontrado el cuerpo de Eduardo Calderón.
Otro punto que se ha convertido en un misterio es quién se alojó en la habitación 48, la que está ubicada justo al lado de la 47.
Dos dependientes del hotel le dijeron a la Fiscalía Superior Metropolitana que ellos verificaron que para esa fecha ahí se hospedaron "unas religiosas". Eso también está consignado en la carpetilla.
Empero, Marco Manjarrez denunció hace unas semanas que directivos del hotel aseguran que nadie separó esa habitación, es decir, que permaneció vacía el 6 y 7 de julio.
Curiosamente, una exempleada de ese complejo hotelero contó a las autoridades que el padre David Cosca es considerado un cliente frecuente y que acostumbraba a separar no una, sino dos habitaciones, siempre una al lado de la otra.
Por esas declaraciones, ella fue despedida, narró a este medio la abogada Sarai Blaisdell.
FUENTE: Con información de José Alberto Chacón - https://www.panamaamerica.com.pa