
En el 2016, Arya Permana pesaba unos 200 kilogramos, pero desde el año pasado ha ido bajando de peso hasta llegar a los 100 kilogramos actuales, pero su objetivo es perder unos 40 más.
A partir de los dos años de edad, Arya empezó a acumular masa corporal a una velocidad anormal, y los médicos que lo chequearon no encontraron las causas. La dieta del niño se había convertido en un gran problema para sus padres, quienes agotaron todos sus ahorros en alimentarlo.
A los 9 años, Arya era tan obeso que no podía caminar y tuvo que dejar la escuela. Desesperados viendo cómo sufría su hijo, los padres decidieron tomar medidas radicales. Se le aplicó una dieta estricta limitada en azúcar y carbohidratos, tenía que ejercitarse y pasó por una cirugía de banda gástrica.
El menor ahora camina 5 kilómetros todos los días y juega al bádminton con sus amigos, aunque su deporte favorito es el fútbol y es hincha del Liverpool F.C. inglés. Próximamente Arya volverá a la escuela.
FUENTE: Actualidad RT