
Entre las tantas reuniones que sostuvo el mandatario panameño, se registró una con el padre polaco Tomasz Jegierski, presidente de la Fundación SOS For Life, quien solicitó una donación económica para la ayuda de niños refugiados del Kurdistán iraquí.
El Estado panameño, a través del gobierno de Juan Carlos Varela, donó $250,000 que se canalizaron por la Fundación SOS For Life.
Hasta aquí se trata de una ayuda humanitaria que en palabras del Ministerio de Relaciones Exteriores se hizo ‘en el marco de los esfuerzos del país por contribuir al objetivo de la agenda 2030 de ‘no dejar a nadie atrás', y ante la situación humanitaria que viven millones de personas por la inseguridad en el Medio Oriente'.
El problema es que el sacerdote polaco solo presentó informes de $50,000 y, a pesar de que la embajada de Panamá en Polonia solicitó al cura un informe del uso del resto de los fondos, no recibió respuesta.
La Cancillería indicó que desde la embajada de Panamá en Polonia se realizó el respectivo seguimiento a la ejecución del resto de los fondos entregados y al no recibir respuesta a las múltiples solicitudes formales de información y rendición de cuentas, el gobierno panameño, a través, de su sede diplomática contrató los servicios de abogados en Polonia para presentar los procesos legales correspondientes en contra de la Fundación SOS For Life, para la devolución de los fondos que no han sido ejecutados ni reportados.
La sede diplomática, a cargo de Enrique Zarak, contrató los servicios del bufete de abogados Derra Meyer Robert Lewandowski, por la suma de $10,000. En una carta del embajador Zarak a la canciller y vicepresidente, Isabel de Saint Malo, con fecha del 27 de septiembre de 2018, le hace saber que se había hecho la transferencia del 10% del valor de la demanda.
Tanto la canciller de Saint Malo como el embajador Zarak acompañaron al presidente Varela durante su visita a Cracovia, Polonia, cuando se anunció que la JMJ de 2019 se realizaría en Panamá.
La Presidencia emitió tres comunicados sobre la gira del gobierno panameño al país de Europa oriental y en ninguno hizo referencia a la reunión con el sacerdote polaco. En los comunicados se habló de la reunión de Varela y su homólogo polaco Andrzej Duda, de encuentros con operadores turísticos de ese país y, por supuesto, de la participación de la delegación panameña en la JMJ de 2016.
El embajador Zarak en su carta a la canciller, de septiembre del año pasado, informó que el representante del Kurdistán en Polonia, Ziyad Raoof, quien visitó la embajada de Panamá en Polonia con el sacerdote Jegierski, aceptó ser testigo en el caso.
Raoof también estuvo presente cuando se hizo la primera donación que se hizo como producto de los fondos donados por Panamá.
El embajador Zarak solicitó, además, la autorización para incluir los nombres del presidente Varela y de la canciller de Saint Malo en la demanda contra el sacerdote.
El abogado Lewandowaski solicitó que se tomara como testigos directos a los que asistieron a la reunión con el sacerdote Jegierski, en la ciudad de Cracovia.
En medio de este proceso, el gobierno panameño se enteró que el sacerdote Jegierski mantiene procesos penales en Polonia por casos similares y que ha sido suspendido de su estado clerical.
‘El Ministerio de Relaciones Exteriores está dando seguimiento al caso y el Gobierno de Panamá ratifica su compromiso con defender los intereses nacionales y su compromiso de continuar aportando en la solución conjunta a los retos que representan las crisis humanitarias', indicó la Cancillería.
La demanda contra la fundación que preside el sacerdote Jegierski fue presentada en septiembre pasado.
FUENTE: Con información de José Arcia - http://laestrella.com.pa