
Es temprano en esta zona del Norte de Santander y todavía no hay muchos clientes en las barras. En el bar «Las Pitufas de las Vegas», las mesas están ocupadas por un veintena de muchachas que se están maquillando y arreglando. Alguna que otra conversa con un cliente. En un rincón está Carolina. Su aspecto es el de una menor de edad, pero tiene 21 años. Su viaje comenzó hace seis meses en Maracay, una ciudad cercana a Caracas y a doce horas en autobús de Cúcuta. «Estaba estudiando enfermería, pero llegó un momento que tenía que decidir entre estudiar o llevar algo de comer a casa. Mi bebé se vio muy grave de una enfermedad estomacal. Fue desesperante llevarlo al Hospital Central de Maracay, donde no había antibióticos para curarlo. No se imagina la impotencia», dice.
La desenfrenada inflación y la escasez de medicamentos -que ronda, según la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), el 85%- provocaron que esta joven estudiante tomara la decisión de salir del país. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ABC