
Si bien es cierto que al síndrome de la Moncloa no se ha podido sustraer ningún presidente del Gobierno, a Pedro Sánchez se le ha inoculado el virus a velocidad turbo. “No es consciente de lo que está pasando. Ni él ni los que le rodean”, dicen quienes le tratan. “Está más pendiente de Iván Redondo que de lo que le dicen sus ministros”.
Ha estirado la cuerda con la prepotencia de quien cree que no tiene que dar explicaciones a nadie, y esa cuerda estuvo a punto de romperse este domingo cuando decenas de miles de ciudadanos salieron a la calle para exigir el fin de la negociación del Gobierno con los independentistas y la convocatoria de elecciones.
Escribía Rafa Rubio en El Confidencial que manifestaciones como la de Colón pueden servir de “germen de una movilización más duradera”, al margen de las formaciones políticas y promovidas por “una sociedad civil fuerte y organizada, en caso de existir en España”.
Es obvio que la organización y puesta en escena de la concentración resultó bastante mejorable y que el número de asistentes estuvo por debajo de lo esperado, no porque fueran pocos sino por las altas expectativas que había puestas en el acto. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de "Caza Mayor" - NACHO CARDERO - https://blogs.elconfidencial.com