
En este sentido, varios funcionarios estadounidenses ven una creciente amenaza tanto del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como de facciones disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que, por sus continuados actos desestabilizadores, se niegan a apegarse al convenio de paz estipulado en el 2016.
Por otro lado, desde la cúpula de inteligencia estadounidense se cree que los rebeldes colombianos aprovechan la crisis de su país vecino para expandir a ese en Venezuela a través de sus actividades ilegales, que incluyen en el tráfico de drogas, según reseñó la agencia Reuters.
Por consiguiente, los riesgos que supone la actividad terrorista de los insurgentes en ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela suman un nuevo nivel de complejidad a la crisis en el país petrolero.
FUENTE: Con información de Agencias - Venezuela al Día