El regreso del francés al banquillo del Real Madrid ha sido posible porque hay un componente de una amistad muy estrecho entre Florentino y Zidane. Influyen otros factores como el sentimental, el económico y los nuevos desafíos. Zidane tiene su vida en Madrid, donde juegan sus hijos –Enzo, en el Rayo Majadahonda; Luca, en el Madrid y Theo y Elyaz en la cantera del club blanco–, su mujer y él son felices en España y no estaban tan convencidos de tener que dar el paso de empezar una nueva vida en otro país. El arraigo a Madrid y al Real Madrid pesa mucho en sus decisiones. Zidane se considera muy madridista. Su historia, como futbolista de club y entrenador, está en el Madrid.
La clave está en que reconoció a Florentino Pérez, en una conversación en caliente tras los Clásicos, que estaba sorprendido por cómo se había desplomado el equipo y diferentes casos individuales –Isco, Marcelo, Marco Asensio, Modric, Kroos…– que atravesaban dificultades para encontrar su punto óptimo de forma. Ni el propio Zidane podía imaginar que sin él ni Cristiano Ronaldo al equipo no le diera para tener más opciones de competir. Era presumible que sin el goleador portugués y con el cambio de entrenador hubiera un proceso de adaptación y algo se resintiera. Pero no a estos límites. Zidane se asombró –para mal– de ver al equipo y ciertos jugadores con problemas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de ULISES SÁNCHEZ-FLOR - El Confidencial