
Sobrevivió. Tras nueve meses en coma. Hoy es un inválido, totalmente dependiente. No se puede mover y no habla. "Solo nos ve. Debemos cambiarlo cada dos horas de posición para que no le salgan llagas por el cuerpo", señala Merlyn, su mujer. Sufrió graves lesiones. Un pie izquierdo destrozado, que los médicos pudieron recomponer con 18 tornillos. Pero lo más grave es la cabeza. "No tiene frente. El hueso frontal de la cabeza quedó destruido. Desde la ceja hasta donde crece el pelo. Hoy no lo tiene. En su lugar le pusieron una placa. La cirugía fue muy delicada", explica su esposa.
Desde el 11 de enero está en casa, tras una largo y complejo proceso de hospitalización. Atendido por un fisioterapeuta, un cuidador y su mujer, que también está buscando un logopeda que le pueda ayudar. El problema es que Ronys va a necesitar cuidados médicos de por vida y la ley prevé unos gastos para ello. La compañía titular del seguro de responsabilidad civil del vehículo implicado en el accidente ha cumplido. Tiene que pagar 2.178.130 euros. De ese dinero 489.000 euros están reservados para ese futuro tratamiento. Así lo regula el convenio que la Seguridad Social firmó con Unespa (la patronal del sector).
Es decir, la aseguradora destina esa cantidad a la Administración para que Ronys pueda seguir siendo atendido (fue operado y hospitalizado en un centro privado sufragado por el seguro hasta que llegó a casa a principios de enero). Pero hay un inconveniente, uno muy importante. Ronys está en situación irregular en España. No tiene papeles y la empresa para la que trabajaba no le tenía contratado. Le pagaba en negro. "Así llevaba un año", explica su mujer. Y al no tener tarjeta sanitaria la Administración recibiría el dinero, pero no le podría atender. "Solo tiene pasaporte. Un juzgado ya le ha declarado incapaz, su tutora es su esposa, pero no le dan la tarjeta sanitaria", señala Manuel Castellanos, su abogado y presidente de la Asociación Nacional de Abogados de Víctimas de Accidentes (Anava). ->>Vea más...
FUENTE: Con información de DAVID FERNÁNDEZ - El Confidencial