Apenas había terminado el presidente francés, Emmanuel Macron, de prometer ante la todavía humeante catedral que se reconstruirá el monumento cuanto antes, cuando las primeras donaciones se daban a conocer. Entre las más generosas, las de algunas de las familias más poderosas de Francia y la de una de las principales petroleras del país galo. El grupo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), del empresario Bernard Arnault, ha anunciado la donación de 200 millones para “la reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, de su patrimonio y de su unidad”, dijo el grupo en un comunicado, en el que además puso a disposición de las autoridades todos sus equipos "creativos, arquitectónicos, financieros para ayudar al largo trabajo de reconstrucción de una parte, y de la colecta de fondos de la otra, que se anuncia”. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de SILVIA AYUSO - El País