Fue pasados los 4.500 metros de altura cuando otros dos compañeros brasileños que regresaban de la cima le vieron en plena ascensión. Tras cruzar unas palabras con él, pronto vieron que se encontraba fatigado, aunque les insistió en que iba a seguir adelante dada la cercanía de la cumbre. Cuando días después se le perdió la pista, una expedición partió en su busca, pero no encontraron ningún rastro de él. Qué había pasado con aquel valenciano de 35 años era un misterio.
Hasta que este fin de semana, otro escalador se encontró con lo inesperado: un cadáver momificado en una zona peligrosa y de difícil acceso. Tras regresar al Valle de Uco, este alpinista dio aviso de lo que había visto y, horas más tarde, un equipo de la Patrulla de Rescate de la Policía de Mendoza partió montaña hacia arriba en busca del cadáver, ubicado en el glaciar del cerro, una zona muy complicada por contar con muchas zonas de hielo cristal.
Después de doce horas de dura expedición, las autoridades consiguieron llegar hasta la zona para, tras otra larga travesía, llevarle hasta el pie de la montaña. Según confirmó Alejandro Alonso, responsable de la Patrulla de Rescate, el cadáver se encontraba completamente momificado por la acción del hielo y con la mochila aún a su espalda: "Esto nos indica de que se cayó mientras escalaba, sufriendo un golpe que le mató instantáneamente", señala. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de El Confidencial