
Pero esta ingeniosa idea que continúa haciendo que la comida venezolana siga siendo degustada alrededor del mundo se produjo precisamente en una mente criolla, y fue la de Fernando Rodríguez, un joven emprendedor venezolano que hace aproximadamente 10 años comenzó a fabricar quesos en su propia casa, los vendía de forma ambulante en las oficinas de la empresa Técnicas Reunidas en Madrid, donde trabajaban centenares venezolanos.

Su empresa, Antojos Araguaney tras haber ejecutado una enorme inversión en certificaciones alimentarias de máximo nivel como la IFS (International Featured Standards) que exige la multinacional francesa (y las grandes cadenas españolas) para sus productos de alimentación, ahora es quien suministra a esta cadena de supermercado parte de la idiosincrasia venezolana en el ámbito de sus alimentos típicos, permitiendo principalmente a sus paisanos en el país europeo degustar platos con las características de su país de origen.
Vale acotar que, antes de que llegaran los productos Antojos Araguaney, el único producto venezolano con presencia en los grandes supermercados españoles (Mercadona, El Corte Inglés, DIA y Carrefour) era la conocida internacionalmente harina PAN. Pero ahora, Carrefour intenta atraer a sus supermercados a las familias venezolanas que ya suponen un peso importante en la reñida batalla de los supermercados españoles.
Es importante resaltar que el fabricante tendrá sus productos en las estanterías de Carrefour a un mismo precio: 6,50 euros la caja. Las cachapas vienen en cajas de 5 unidades mientras que los tequeños y las arepitas vienen en docenas.
FUENTE: Con información de AlNavío - Venezuela al Día