Rolando López, exjefe del Consejo de Seguridad Nacional, cayó en una serie de contradicciones con declaraciones que ya habían dado diferentes testigos que comparecieron al juicio oral seguido a Ricardo Martinelli.Manifestó que la razón por la cual su nombre apareció en las propiedades del CD que el testigo protegido presentó cuando rindió declaración ante la fiscalía, fue porque él le prestó su computadora personal, ya que no quería usar las del Consejo de Seguridad porque supuestamente estaban intervenidas.
El exfuncionario indicó que prestó el equipo tecnológico, a pesar de que no conocía quién era la persona que iba a rendir testimonio; y que, a pesar de ser el jefe de inteligencia del país, tampoco verificó qué tipo de diligencia se hizo con su computador personal.
Estas declaraciones no coinciden con las que dio el testigo protegido, quien explicó que el volcado de esa información en el CD, que entregó a la fiscalía, lo hizo desde un computador que era de su propiedad y que no sabía por qué aparecía el nombre de Rolando López como autor.
Otro de los señalamientos que hizo Rolando López fue que no conocía quién era el perito Luis Rivera Calles y que desconocía por qué este había hecho señalamientos de que lo presionaban y que le estaban dando seguimiento y que nunca participó en alguna reunión con la exprocuradora Ana Belfon.
Sin embargo, Luis Rivera Calles, de forma enfática, indicó, durante su comparecencia, que Rolando López se presentaba a las diligencias que le tocó hacer por este caso en el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, y que sí estuvo presente cuando se reunieron con la exjefa del Ministerio Público.
El exjefe de inteligencia añadió que el excolaborador del Consejo de Seguridad, Julio Palacios, era un buen trabajador y que le firmó su traslado a la Unidad de Análisis Financieros (UAF) cuando se lo pidió en su momento. Estas declaraciones no coinciden con lo dicho por Julio Palacios, quien manifestó, cuando rindió su declaración, que él no venía al juicio a mentir y que fue presionado por el comisionado Jacinto Gómez para que señalara lo que ellos querían, razón por la cual fue enviado 100 días de vacaciones y 60 días a cuidar una garita, a pesar de que no era miembro de la Policía Nacional (PN).
Rolando López, durante su comparecencia, también indicó que sí conoció al difunto abogado Rogelio Saltarín, porque este fue contratado por el Estado y que el mismo los asesoró para presentar una querella por la pérdida de supuestos equipos del Consejo de Seguridad Nacional.
FUENTE: Con información de Luis Ávila - Panamá América
