"El reino ha sido blanco de más de 260 misiles balísticos de fabricación iraní y más de 150 drones", reveló Al-Jubeir, añadiendo que las fueras armadas sauditas lograron repeler todos estos ataques, así como "destruir una gran cantidad de aviones no tripulados".
En la misma línea, el jefe de la diplomacia saudita dijo que Riad "tomará las medidas apropiadas sobre la base de los resultados de la investigación para garantizar su seguridad y estabilidad", aunque no dio más detalles sobre la naturaleza de esa hipotética respuesta. "Estamos seguros de que el lanzamiento no vino de Yemen, sino del norte", añadió el canciller saudita, que dijo estar convencido de que "las investigaciones lo demostrarán".
Al-Jubeir declaró que mientras esperan los resultados de la pesquisa, el reino árabe mantiene consultas con sus aliados para decidir los próximos pasos a seguir. En referencia al país persa, el ministro dijo que "Irán recluta a ciudadanos de la región para usarlos contra sus países".
La postura de Irán
Horas antes, el jefe de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica, Hossein Salami, declaró que cualquier país que ataque a Irán se convertirá en "un campo de batalla", haciendo hincapié que "nunca permitirán ninguna guerra en su territorio". Asimismo, aseguró que el Ejército persa seguirá derribando los drones que violen su espacio aéreo.
El pasado 14 de septiembre, un grupo de drones lanzó un ataque contra dos refinerías de petróleo de la compañía Saudi Aramco ubicadas cerca de Abqaiq y Khurais, al este del país árabe, lo que hizo que la producción de crudo saudita se desplomara casi a la mitad, quedando reducida a 5 millones de barriles al día.
Aunque la acción fue reivindicada por las fuerzas rebeldes hutíes de Yemen, Washington acusó a Teherán de estar detrás de estos ataques con aviones no tripulados. Desde el país persa lo niegan y tachan las acusaciones de "mentiras absolutas".
FUENTE: Con información de Actualidad RT