El soberanismo quiere marcar perfil ante las elecciones del domingo. “La comitiva real ha tenido que salir por la puerta trasera del Hotel Juan Carlos abriéndose paso con violencia. Fingen llegada con normalidad”, aseguraba Arran en su página oficial este lunes. Era otra noticia falsa: la entrada principal del hotel (no la trasera) queda justamente enfrente del Palacio de Congresos. Además, la entrada al hotel estaba blindada, por lo que el Rey y su familia fueron del hotel al palacio paseando (están separados por solo unos metros), sin manifestantes que les molestasen, sin emplear la violencia y, lo que es más, sin oír los pitos ni las cacerolas de los manifestantes, que fueron relegados a más de medio kilómetro de distancia.
Lo único que escucharon los monarcas fue una cerrada ovación al entrar en el Palacio de Congresos: más de un minuto de aplausos con el público puesto en pie, con la presencia de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, del presidente del Senado, Manuel Cruz, y de la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera. Nadie de las instituciones catalanas. Pero el supuesto pánico del Rey da oxígeno al independentismo. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de A. FERNÁNDEZ - El Confidencial