Como ningún otro autócrata, el despiadado líder que gobernó Libia por más de 40 años combinó astutamente su multimillonario poder petrolero y la amenaza implícita del terror para hacer que Occidente fuera dócil y conciliador con él.
Mientras sus ingresos por el petróleo llegaban a los US$500 millones por semana, Gadafi utilizaba el asesinato y la tortura para silenciar a la oposición en Libia.
En su reino del terror, visitaba escuelas y orfanatos y "marcaba" a las niñas que sus asistentes llevaban luego al palacio donde eran abusadas. ->>Vea más...
FUENTE: Con información de BBC Mundo - elobservador.com.uy