La Fórmula 1 ha condenado el racismo antes del inicio del Gran Premio de Austria. Todos los pilotos salieron con una camiseta con la frase «End Racism», a excepción de Hamilton que optó por una en la que se leía «Black Lives Matter», pero no todos han satisfecho la petición de Lewis Hamilton, que instó al resto de la parrilla a arrodillarse durante el himno del GP de Austria,
imitando el gesto contra el racismo extendido por todo el mundo en las protestas contra el asesinato de George Floyd. Carlos Sainz quiso mostrar su rechazo a la discriminación racial, pero no arrodilló.
Seis han sido los pilotos que, portando la camiseta contra el racismo, no se han arrodillado como pedía Lewis Hamilton: Max Verstappen, Charles Leclerc, Kimi Raikkonen, Daniil Kvyat y Antonio Giovinazzi y el propio Carlos Sainz.
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