Lo más sorprendente de todo es que el Gobierno argumenta sin sonrojarse que carece de datos fiables, como si esta fuera una excusa y no la raíz del problema. Sanidad alega “discrepancias” con la información proporcionada por las comunidades autónomas, que desde el 23 de marzo estaban obligadas a actualizar los datos de las residencias al ministerio dos veces por semana. Son tantos los errores en los datos que desde marzo han proporcionado las comunidades autónomas que no es posible dar una cifra verosímil de fallecimientos en residencias. Hace un mes, Pedro Sánchez se comprometió a divulgar esa cifra. Sigue sin hacerlo.
Poco a poco, va quedando en evidencia la desastrosa gestión de algunas autonomías en los centros de mayores, tétrico escenario del 67% de las muertes durante el estado de alarma. También lo ha sido la coordinación gubernamental. Hay comunidades que han proporcionado fechas incoherentes (en las que a medida que avanzan los días sus fallecidos en residencias disminuían en vez de aumentar), otras han omitido las causas de la muerte, las hay que no han contado los residentes que fallecieron en hospitales y otras incluso aportan cifras contradictorias entre sus propias consejerías. En medio del desbarajuste, hay incluso dos autonomías que han comunicado los datos una sola vez en tres meses y al menos una que no ha proporcionado ninguna información a Sanidad de lo ocurrido en sus centros de mayores. El Gobierno, de momento, no quiere desvelar cuál es.
La ministra María Jesús Montero quiso quitarle importancia a las incoherencias del informe interno de Sanidad que analiza lo sucedido en las residencias (ella lo llama “borrador”), en el que Sanidad admite la mala calidad de esos datos. Alega la portavoz que “aún no está completado”. Y aunque trate de ser protocolaria, tal vez esta sea la respuesta más demoledora de todas. La constatación del gran fracaso. Tanto de los gobiernos autonómicos como de los controles estatales. Confirma que carecemos a mediados de julio de información actualizada sobre el número de personas fallecidas en las residencias, de las causas y de las fechas. Tampoco sabemos los nombres de las víctimas. Solo sabemos que ascienden, al menos, a 27.359 (entre confirmados, sospechosos de covid-19 y otras causas), aunque el propio informe del ministerio reconoce que hay una gran “discrepancia” en esa cifra y podría haber hasta 5.500 fallecidos más. ->>Vea más...
FUENTE: Segundo Párrafo - Marta García Aller – Blogs El Confidencial