Por: Daniel Samper Pizano - Al delirante proyecto de armar a los colombianos podría seguir una campaña de la extrema derecha contra la vacunación.
O la senadora María Fernanda Cabal es una mujer de malas o tiene un talento especial para equivocarse. Suele decir lo que no conviene en el momento menos apropiado y del modo más desaconsejable. Sus intervenciones “científicas” sobre la pandemia la indujeron a afirmar que se trataba de un “pánico absurdo”: el absurdo pánico, ya sabemos, ha dejado 2’ 750.000 muertos en el mundo, de los cuales 63.000 son colombianos. Racista, clasista, uribista, trumpista, admiradora de Bolsonaro (el presidente brasileño que sacrificó a sus compatriotas en la pandemia al definirla como “una gripita”) y vinculada a familias de la oligarquía azucarera, abraza toda causa retrógrada y defiende los privilegios de su clase social con insufrible descaro.
Esta reina del metepatismo acaba de presentar un proyecto de ley para permitir que se armen los ciudadanos. Según ella, “los colombianos están pidiendo a gritos poderse defender de los peligros constantes a los que están expuestos”. Se equivoca de nuevo. Los colombianos piden a gritos que las autoridades los protejan, no que los inviten a asumir su defensa pistola en mano. En apoyo de sus ideas guerreras, la señora escogió como modelo al país donde se comete cada año un mayor número de matanzas a balazos. “El debate del porte de armas para la defensa personal está resuelto en países desarrollados como Estados Unidos”, afirma en su ignorancia. A cualquiera que conozca las noticias gringas de los últimos días le consta el crecimiento de la oposición a la pistola libre.
La misma semana en que la senadora hizo oficial su propuesta se produjeron una masacre de ocho personas en Atlanta y otra en Colorado que dejó sin vida a diez. Los asesinos usaron armas permitidas y contaban con el visto bueno oficial para empuñarlas porque no parecían peligrosos. Fue tan formidable la manera como la realidad aplastó el proyecto Cabal, que hasta el líder de su partido, el Eterno Uribe, y el subpresidente Duque desautorizaron la barbaridad de su amiga.
El problema, sin embargo, no es que doña María Fernanda gane titulares y popularidad con exabruptos, sino que su posición revela total ausencia de estudios e investigación en el tema materia de la iniciativa. Todo congresista dispone de un equipo de asesores e investigadores pagados por nosotros que, se supone, ayudan al parlamentario a informarse, analizar y reflexionar acerca de sus proyectos. Unas pocas horas en internet habrían bastado para que la autora del despropósito se enterara de hechos como los siguientes en ese país donde usar armas es un derecho constitucional:
*En los últimos cinco años se han producido 29 matanzas en Estados Unidos.
*En 2017 alcanzó la cifra de casi 40.000 muertos a balazos.
*Una pesquisa en 19 tiroteos entre 2009 y 2018 comprobó la participación de un alto porcentaje de armas legales en manos de individuos que supuestamente no ofrecían riesgos a la sociedad.
*Un estadounidense tiene 300 posibilidades más que un japonés de recibir un disparo mortal.
*Una de cada tres matanzas tiene a Estados Unidos como escenario.
*En 2013 murieron 13 japoneses por armas de fuego: en ese mismo año se contabilizaron en Estados Unidos 11.208 homicidios.
*Según cálculos, allí campean 393 millones de armas de fuego: más de una por cabeza. ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles