Por: Daniel Samper Pizano - Sorprende y abochorna está campaña política regida por los caprichos de las redes sociales. Mucho bailecito, mucho disfraz, mucho zapato rojo, mucho TikTok, muchas malas palabras, muchas entrevistas bobaliconas. Y pocos programas de gobierno, pocas ideas, pocas soluciones. Quieren obligarnos a elegir a punta de actuaciones orquestadas por asesores de imagen que no escatiman ridiculez y obedientes candidatos dispuestos a acatarlas.
Por eso insisto en que una de las pocas pistas coherentes que informan a los electores es el análisis de equipos, no las ideas —que, repito, no abundan— ni los desplantes de candidatos, que no trabajan para guiar al país desde el poder sino para trepar a él como fuere. Más que vagas promesas, sería bueno que nos informaran con quiénes van a gobernar los que aspiran a vivir en la Casa de Nariño.
Está claro que solo después de la primera vuelta electoral podrán ofrecer gabinetes completos, pues estos dependen de las alianzas y coaliciones que se ensamblen para el urnazo definitivo. Pero es aconsejable adelantar nombres, sobre todo cuando ellos revelan el sabor, la tesitura, el tumbao que tendría el mandato de cada aspirante. Alejandro Gaviria se mojó, como dicen los españoles, con cuatro nombres de ministros in péctore: de Defensa, la parlamentaria Juanita Goebertus; de Medio Ambiente, la científica Brigitte Baptiste; de Salud, la actual directora del Instituto Nacional de Salud, Martha Lucía Ospina; de Educación, Sergio Fajardo, amigo y contrincante. Sería equitativo que este ofreciera a Gaviria el ministerio de Economía, en caso de que la moneda caiga al revés.
Las ventajas de presentar a tiempo los aspirantes a altos cargos oficiales son básicamente tres. Primero: permite a la opinión pública averiguar la hoja de vida y las ideas de los que podrían gobernarnos. Segundo: promueve el escrutinio popular acerca de la persona y sus inclinaciones. Tercero: las soluciones de raíz se facilitan. Así acaba de ocurrir con la llave vicepresidencial de Rodolfo Hernández, la periodista Paola Ochoa. La prensa y las redes criticaron su simpleza, sus ideas contra la leche materna, su falta de compasión con la tercera edad y su espíritu censor. La candidatura se derrumbó en cuestión de horas. Con personajes ya elegidos o posesionados, un atasco parecido significa crisis.
En cuanto a Petro, podría dar un paso de Goliat si identifica quién será su ministro de Economía. Un nombre ortodoxo (que puede ser de izquierda: los hay) logrará que muchos respiren con alivio, incluso en la derecha. Así lo hizo, con éxito, el nuevo presidente chileno, el camarada Gabriel Boric. Un econo-populista podría marcar, en cambio, una herida electoral irreparable.
Sin Piedad
A raíz de las acusaciones contra Piedad Córdoba por supuestos vínculos con Nicolás Maduro y las Farc, se lanzaron a atacarla algunos antiguos secuestrados que directa o indirectamente deben su libertad a gestiones de la exsenadora. Otros han tenido el valor de agradecerle su intercesión contra el miserable cautiverio que imponía el grupo guerrillero. Creo oportuno recordar mi experiencia al lado de Piedad Córdoba cuando fui garante independiente en el rescate de seis secuestrados en febrero de 2009. (Los interesados encontrarán la crónica completa en https://www.justiciaypazcolombia.com/cronica-de-una-liberacion-en-peligro-por-daniel-samper-miembro-de-comision-que-trajo-a-uniformados/). ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles