Por: Daniel Coronell - Esta semana, sin que nadie se enterara, el Tribunal Superior de Bogotá compulsó copias para que la Fiscalía determine si debe iniciar un proceso de extinción de dominio contra Olímpica S.A., la empresa bandera de la poderosa familia Char. El gigantesco Centro Comercial Portal de la 80 de Bogotá y su ancla el Súper Almacén Olímpica —ambos propiedad de sociedades controladas por los Char— están construidos sobre un terreno comprado a una entidad estatal por un precio sustancialmente inferior al real. Un despojo de dineros públicos que arrancó hace 20 años para beneficiar a una de las familias más ricas de Colombia.
Para la época en la que se hizo el negocio, claramente lesivo para los intereses públicos, el patriarca familiar Fuad Char Abdala era senador de la república.
Los hechos salieron a flote apenas este jueves por la tarde, gracias a la sentencia de segunda instancia contra Gloria Esther Peñaranda Zequeda, liquidadora del Instituto Nacional de Crédito Territorial.
Con ponencia del magistrado Alberto Poveda Perdomo, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá condenó a la señora Peñaranda a 72 meses de prisión y a pagar una multa de casi 2.400 millones de pesos por el delito de peculado por apropiación a favor de terceros.
El tercero favorecido es Olímpica S.A.
La historia del abusivo negocio empezó con la liquidación del Instituto de Crédito Territorial, conocido por su sigla Inscredial, institución pública cuyo objeto era la construcción de vivienda para los colombianos más necesitados.
Uno de los activos más preciados del Inscredial en liquidación era un enorme lote de más de 21.000 metros cuadrados, con una ubicación privilegiada. El terreno llamado Bochica III estaba sobre el costado norte de la calle 80, la Autopista a Medellín, entre las carreras 100 A y 102 de Bogotá.
La vocación del lote era la construcción de viviendas de interés social pero terminó no beneficiando a ningún pobre.
La liquidadora del Inscredial se lo vendió a la empresa controlada por los Char en 2.300 millones de pesos. Durante el juicio, un experto del Instituto Geográfico Agustín Codazzi conceptuó que el valor real del terreno era superior a 4.585 millones de pesos.
La sentencia establece que Gloria Esther Peñaranda Zequeda usó un avalúo inusualmente bajo y “no ajustado a la legalidad” para venderle el lote a Olímpica en 2001, a precio de quema.
El fallo también dice que la funcionaria sabía perfectamente lo que estaba haciendo “no fue asaltada en su buena fe, como pretende hacerlo ver, sino que se trató de algo fraguado”. ->>Vea más...
FUENTE: Artículo de Opinión – Los Danieles