Enrique Pose lo hizo para autoinculparse y liberar de toda responsabilidad a sus dos compañeros de tripulación. Aseguró que era él el único conocedor de la existencia de la droga en el interior del velero de 18 metros de eslora. Según su versión, los otros tripulantes desconocían el traslado de los 800 kilos de cocaína. Les habría engañado para que le acompañaran en el viaje con el pretexto de vender la embarcación. A la mujer la habría contratado por sus conocimientos náuticos para poder cruzar el Atlántico, mientras que no fue capaz de explicar qué hacía el otro tripulante en el barco. Su versión no sirvió para poder levantar las imputaciones de los otros dos miembros de la tripulación.
La jueza decretó el ingreso en prisión y sin fianza para los tres detenidos. Les imputa un presunto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas. Inicialmente fueron trasladados a la cárcel de A Lama, a la espera de que sean citados en la Audiencia Nacional, que es la que lleva la causa.
Los tres arrestados pasaron la noche en los calabozos de la Policía Nacional en Pontevedra y pasaron al juzgado a primera hora de la mañana. Fueron asistidos por los mismos abogados de oficio que presenciaron el registro del barco de vela cuando arribó al puerto de Vigo. Ayer pudieron hablar por primera vez con los detenidos, cuando fueron trasladados a primera hora de la mañana hasta los juzgados vigueses.
El trámite fue rápido debido a la negativa de dos de los detenidos a prestar declaración. Fueron pasando de uno en uno y en primer lugar se leyeron sus derechos. La titular del juzgado de guardia decretó el secreto de sumario, por lo que no han podido trascender más detalles sobre la investigación. No se descartan nuevas diligencias policiales e incluso que haya más detenidos en el marco de esta operación. Los responsables de la investigación sospechan que un clan gallego era el destinatario de la droga incautada.
Los 800 kilos de cocaína estaban ocultos en bolsas de deporte y en maletas de viaje. Los tripulantes llevaban un mes navegando cuando fueron abordados por la patrullera Río Miño de la Guardia Civil.
El Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) tenía la certeza de que organizaciones de narcotraficantes estaban fletando mercantes, pesqueros y veleros en el Caribe para transportar cocaína hasta las costas europeas.
| FUENTE: A. Martínez - http://www.lavozdegalicia.es |
