El paso del portaaviones ruso Admiral Kuznetsov con su flotilla por aguas territoriales británicas (camino del Mediterráneo y para incorporase previsiblemente a las acciones militares contra la ciudad de Alepo) ha reactivado las crecientes tensiones entre Londres y Moscú por cuenta de la guerra en Siria.“Vamos a vigilar cada movimiento”, anticipó el ministro de Defensa Michael Fallon, en el momento en que la flotilla atravesaba el Canal de la Mancha, ante la mirada de cientos de británicos que se acodaron con sus prismáticos en las costas de Dover para ver el inusitado despliegue militar.
La Royal Navy desplazó al Canal de la Mancha al destructor HMS Duncan y a la fragata HMS Richmond para “escoltar” de lejos a los navíos rusos, aunque aparentemente no hubo comunicaciones o contactos entre las dos flotas. El incidente es el último de una larga serie de incursiones de buques de guerra, submarinos y aviones rusos en aguas territoriales o en el espacio aéreo del Reino Unido.
La flotilla fue muy visible desde los acantilados blancos de Dover y desde la bahía de St. Margaret a lo largo del viernes por la mañana. La incursión afectó temporalmente al tránsito de los ‘ferrys’ y los buques de mercancías en una de las zonas con mayor tráfico marítimo del mundo. La flotilla rusa tiene previsto rodear la península ibérica y entrar en el Mediterráneo por el estrecho de Gibraltar en los próximos días.
La premier Theresa Maycondenó abiertamente “las atrocidades de Rusia en Siria” durante el reciente encuentro de mandatarios de la Unión Europea. Un portavoz de Downing Street rechazó que el paso de la flotilla rusa se pueda interpretar como una demostración de fuerza por parte de Rusia o de debilidad por parte del Reino Unido: “No somos débiles en absoluto”.
El Gobierno británico es partidario de una nueva batería de sanciones económicas a Moscú por sus acciones en la ciudad de Alepo junto a las fuerzas del presidente Assad.
El enfrentamiento diplomático entre Londres y Moscú ha alcanzado límites inusitados en las últimas semanas, sobre todo después del llamamiento del titular del Foreign Office Boris Johnson pidiendo a los británicos que se manifiesten ante la embajada rusa en protesta por sus acciones en Alepo.
FUENTE: http://geopolitico.es
