El gobierno del presidente Juan Carlos Varela está trasladando el costo del populismo a las personas asalariadas y a la clase media profesional. Se trata de medidas surgidas en el discurso del presidente Varela, que han sido consideradas por diversos sectores como perjudiciales para la clase trabajadora, según el diario Panamá América.Dichas medidas serían respaldas por incrementos de impuestos, como el que propuso realizarse en el Registro Único Vehicular, el impuesto sobre bienes e inmuebles y el posible incremento de la luz eléctrica.
El Gobierno ha justificado que estos impuestos serían transferidos a beneficios económicos como el que otorga el Ministerio de Desarrollo Social, por medio de la Red de Oportunidades, $120 a los 65 y el Ángel Guardián.
No obstante, algunos economistas aseguran que la intención de llevar a cabo estos incrementos sería ganar favoritismo entre los sectores más humildes, pero con aumentos que se transfieren a la clase media.
Incluso se ha contemplado incrementar el costo de los servicios que a diario utiliza la clase trabajadora, como lo sería el peaje en el Corredor Sur, el pasaje en el metro de Panamá --de $0.35 a 80 centavos-- y retirar los subsidios al tanque de gas de 25 libras que se consume en la mayoría de los hogares panameños.
Ante este panorama, los economistas coinciden en que cada día el sector que aporta mayormente a los beneficios que promueve el Gobierno es la clase trabajadora, cuyos salarios sobrepasan los 900 dólares, los cuales reciben descuentos directos en sus planillas.
En este sentido, la catedrática Maribel Gordón señaló que las cifras también revelan que hay una proporción considerable a los impuestos indirectos, como lo son el 7%.
"Esto es producto de una política regresiva porque se dice que es para un mejor estilo de vida, pero en los servicios públicos no se muestran sus beneficios", destacó.
A juicio del economista Juan Jované, ha quedado demostrado que existe una intención de clientelismo en los beneficios del Gobierno, ya que se hacen anuncios populares para captar a los clientes del voto, sobre el costo de quienes se esfuerzan todos los días por obtener un salario.
Por su parte, Yakarta Ríos, quien es la presidenta del Consumo Ético, organismo de la sociedad civil, sostuvo que los anuncios del Gobierno como otorgar casas gratis son acciones desesperadas para mejorar su popularidad.
Para Ríos, el hecho de anunciar beneficios como las casas gratis del Ministerio de Vivienda no se puede considerar como un discurso populista, sino como una disposición autoritaria porque en realidad se trata de una propaganda que finalmente es financiada por los sectores productivos del país.
La dirigente Yakarta Ríos concluyó que el presidente "no puede salir a anunciar que va a regalar casas de las que él no es dueño", por considerar que se trata de fondos públicos que provienen del Presupuesto General del Estado.
En los últimos meses, Juan Carlos Varela ha defendido su discurso de regalar casas gratis, argumentando que si bien es cierto que se obtienen de los impuestos, es dinero que le pertenece al pueblo (...).
Ante esto, sectores sociales opinan que Panamá viene experimentando medidas autoritarias de parte del presidente Varela, que le llevará a una confrontación con la clase media.
Jované, por su parte, considera que estas acciones están endeudando al país.
Según el economista, el endeudamiento que está sufriendo el país, producto de las prácticas clientelistas, están provocando que la clase media sufra la imposición política de sus gobernantes.
El también excandidato presidencial afirmó que las recientes acciones anunciadas por el mandatario Varela de regalar casas a sectores populares se trasladará a los gastos de los impuestos y la deuda pública. "El costo del clientelismo se lo están trasladando a los asalariados y a la clase media", subrayó Jované.
Clase media es víctima de los descuentos directos en sus salarios
“La clase media es la que está llevando fuertemente el impuesto sobre la renta, pues la gente que gana de 800 dólares hacia abajo no lo paga”, manifestó el economista Rolando Gordón, quien aseguró que con este aporte se financia un importante porcentaje del presupuesto estatal.
“El impuesto sobre la renta debe ser el principal impuesto, incluso sobre el de consumo que paga cualquiera”, destacó.
En Panamá, las personas que ganen menos de $11 mil por año no pagan impuesto sobre la renta.
Aquellos que ganan entre $11 mil y $50 mil pagan una tasa de impuesto del 15%, mientras que aquellos que ganen $50 mil o más pagan una tasa del 25%.
Las compañías dedicadas a la agricultura pagan una tasa más baja.
Esto permitiría que durante en el 2016, el Estado recibiera 5,363 millones de dólares en concepto de ingresos tributarios.
Incluso, de que actualmente haya 17 mil millones de dólares invertidos en ejecución de obras del Gobierno.
FUENTE: Con información de http://panamaamerica.com.pa
