Por: Álvaro Alvarado - El lunes de la semana pasada los panameños nos enteramos de que la Comisión de Presupuesto de la Asamblea había modificado en primer debate el presupuesto del Canal para el año fiscal 2017-2018. El presupuesto presentado por la ACP fue de $3 mil 37 millones, con un aporte al Estado de $1659 millones y los diputados modificaron varios segmentos de los renglones de operación por $141 millones, con el fin de añadirlos a los aportes al Estado.Los miembros de la Comisión de Presupuesto de la Asamblea obviaron el artículo 320 de la Constitución Política de la República de Panamá que señala en su segundo párrafo que la Autoridad del Canal presentará su proyecto de Presupuesto al Consejo de Gabinete, que a su vez lo someterá a la consideración de la Asamblea Nacional para su examen, aprobación o rechazo, según lo dispuesto en el Capítulo 2o., Título IX de esta Constitución.
Este Artículo es claro y no admite interpretaciones de ninguna naturaleza. El mismo habla de examinar, aprobar o rechazar y por ningún lado dice modificar o cambiar el presupuesto.
Quienes aprobaron el Título XIV de la Constitución pensaron en darle total independencia al Canal y por eso lo hicieron en un título separado. Es imposible tratar ahora de utilizar normas de otros títulos de la Constitución para meter la mano en el presupuesto de la ACP. Independencia operativa, financiera y administrativa y por ende presupuestaria, es lo que está establecido.
¿Pero quién estaba detrás de esta decisión de la Comisión de Presupuesto de quitarle $141 millones a este presupuesto? Esa es la pregunta que muchos panameños nos hacemos. A mí no me cabe ninguna duda de que todo esto fue fraguado desde el Órgano Ejecutivo en contubernio con un grupo de diputados, quienes no supieron calcular el rechazo que tendría tal decisión en la sociedad panameña.
No puedo comprar la versión del diputado Luis Barría, quien trata de exonerar al Ejecutivo y asegura que todo fue producto del consenso de los miembros de la comisión, al darse cuenta de que la promesa de la ACP en el proyecto de ampliación del Canal para el año 2018 era aportar al Estado más de 2 mil millones de dólares.
Está claro que el Gobierno central necesita recursos para reforzar el presupuesto de algunas instituciones en materia de justicia, salud, educación, obras publicas y Miviot, ya que se avecina el año preelectoral y la prioridad es quedar bien con todo el mundo para lograr una buena recordación en el electorado para las elecciones del 2019.
¿Por qué, en vez de sacar dinero al Canal de Panamá, no comienzan por hacer recortes en el presupuesto de funcionamiento de diversas instituciones del Estado en viajes, viáticos, nombramientos, contratos por servicios profesionales, luz, combustible, asesores, partida discrecional, alquiler de vehículos, etc.? Comiencen por ahí y de seguro encontrarán muchos millones que serían de gran utilidad para resolver los problemas de miles de panameños.
¿Cómo pueden altos funcionarios de la actual administración salir a cuestionar los salarios en la ACP, cuando todos sabemos que en la Asamblea y en varias instituciones abundan personas que cobran sin trabajar? Me cuentan el caso de una persona que llega a una institución en pijama en las mañanas a ‘ponchar' tarjeta y luego se retira. Hay que ser muy caradura para salir a ver la brusca en el ojo ajeno cuando se tiene una biga en el propio.
Es cierto que los panameños necesitamos saber más detalles de cómo se gastan y en qué los recursos del Canal de Panamá. También es cierto que muchos comentarios que circulan deben ser aclarados, como por ejemplo el costo del mantenimiento de la residencia del administrador del Canal y en qué se invierten los dineros que aporta al Estado el Canal anualmente. También es cierto que la Asamblea debe jugar su papel fiscalizador, pero apegado a la ley y no cumpliendo caprichos del Ejecutivo.
¿No les parece raro que el presidente Juan Carlos Varela durante toda la semana pasada, cuando se daba el intenso debate sobre el tema del presupuesto del Canal, se haya mantenido al margen de este importante asunto y no haya dicho ni esta boca es mía? Que se encontraba fuera del país, no es un impedimento, ya que durante ese viaje su cuenta de Twitter estuvo muy activa.
Los panameños no podemos permitir que ni este ni ningún Gobierno vea en el Canal de Panamá la caja menuda con la que puedan venir a resolver sus problemas políticos. Ya el mensaje está claro, respeten nuestro Canal.
PERIODISTA
FUENTE: Artículo de Opinión - Álvaro Alvarado - http://laestrella.com.pa
