El brasileño Denis Furtado, conocido como doctor Bumbum, fue arrestado el jueves 19 de este mes en Río de Janeiro, acusado de causar la muerte de una paciente durante una cirugía estética clandestina. La madre de Furtado también fue arrestada por complicidad en el caso. El médico, que pasó cuatro días escondido, se declaró inocente y víctima de una injusticia en una rueda de prensa en la sede policial, refirió el diario El País de España.El arresto se produjo tras una denuncia anónima en la zona residencial de Barra de Tijuca, donde operó a Lilian Quezia Calixto, informó la Policía Militar de la ciudad vía Twitter.
Al médico lo buscaba la policía desde el domingo, acusado de homicidio y asociación criminal. Se trata de un caso que ha tenido una gran repercusión en Brasil, el segundo país con más cirugías plásticas después de Estados Unidos. Las autoridades habían ofrecido 1.000 reales (unos 225 euros) por información sobre el Dr. Bumbum y su madre, Maria da Fátima, de 66 años, también médica.
En la rueda de prensa aseguró que la cirugía efectuada a Calixto fue legal y que huyó de las autoridades porque, tras los incidentes, un coche le abordó y creyó que iba a ser atacado por “venganza de la familia o algún delincuente”.
“Este procedimiento se puede realizar en cualquier área capacitada en la que un médico capacitado esté presente, siempre que él conozca la técnica. Ya he realizado más de 9.000 procedimientos; nunca tuve una complicación”, señaló el médico preso.
“Yo me considero inocente; ella salió de mi casa íntegra y horas después me relató mareo. Llegué al hospital; ella estaba caminando y yo pedí que la pusieran en una silla de ruedas. La médica de turno me llamó tres veces porque, según la médica, su cuadro era de trombosis”, explicó.
El doctor Bumbum hacía bioplastias con polimetilmetacrilato, una técnica cuestionada por muchos especialistas, que ha causado problemas y hasta la muerte de decenas de mujeres en América Latina. El médico aseguró que, a diferencia de lo que se comentó, tiene su credencial de médico vigente y ha realizado más de 9.000 veces ese procedimiento.
La Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica denunció que “la creciente invasión de la especialidad por no especialistas ha promovido cada vez más casos fatales como este”.
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